Nos duele o nos molesta algo, tenemos algún síntoma un tanto menos frecuente de lo 'normal' y vamos corriendo a buscar a Google o a nuestro buscador de referencia en Internet. Para ver qué puede ser. Para ver qué podemos tener. Es de sobra una situación más que conocida por todos que sabemos que no está bien.
No, no está bien porque "en Google encontramos respuestas rápidas, pero que, generalmente, no tienen nada que ver con lo que nos ocurre a nosotros porque solo coinciden un par de síntomas y el resto no", explican a laSexta.com Cecilia Martín Sánchez y Marina García Fuentes, directoras del Instituto de Psicología Psicode (Madrid, Alicante y Valladolid).
Pero ¿cómo podemos refrenar esas ganas por dar respuesta a esos síntomas que nos preocupan? La inmediatez y la prisa no son, en este caso, buenas aliadas. "Necesitamos una tranquilidad inmediata. Y es por ello que acudimos a Google, a buscar testimonios o artículos que hablen de tema para obtener esa tranquilidad. Queremos leer que no es nada grave", añaden las expertas.
Pero debemos entender que lejos de tranquilizarnos, generalmente ocurre lo contrario. Puede generarnos más ansiedad. Porque "nosotros no somos médicos, no podemos autodiagnosticarnos y sobre todo, debemos saber que un síntoma aislado no tiene por qué ser indicativo de nada, ni mucho menos una enfermedad grave".
Pero reprimir y controlar esas ganas de ir a Internet a buscar es difícil. Porque tenemos todo tipo de información a un sólo click. En cualquier momento. Por lo que "el fácil acceso a la información que tenemos en la actualidad, puede hacernos creer que algo de lo que encontremos puede respondernos", apunta Laura Palomares, psicóloga y directora de Avance Psicólogos (Madrid).
Sin embargo -añade - lo más fácil es que encontremos incongruencias que aumenten nuestras dudas y por lo tanto la angustia generando así un círculo vicioso de búsquedas sin fin. "Y no debemos confundir inmediatez con fiabilidad", afirma Palomares. Y puede que ésta sea la clave: en cuestiones de salud -y de casi todo en la vida- lo importante es la fiabilidad. Y esto no podemos encontrarlo en un click.
Claves y consejos para no buscar síntomas en Google
1. Buscar alternativas
Lo primero de todo, es que "si quieres de verdad tranquilizarte, no busques en google, pide una cita médica", afirman García y Martín.
Y mientras tanto, mientras esperamos esa cita -añaden las expertas- intenta tranquilizar tus pensamientos de preocupación con otros positivos y sobre todo más realistas. Tales como 'mi cuerpo está vivo, da señales de muchísimo tipos y esto no quiere decir que sea grave', 'no siempre tenemos que estár bien'...".
Esto sería "realmente una alternativa lógica a un problema de salud", añade Palomares, pues "la información que nos da un profesional de la salud será siempre la información fiable y además, se basará en ti, en tu caso particular". Recordemos además que en materias de salud nunca hay dos enfermedades iguales porque nunca hay dos pacientes iguales.
2. Sigue con tu rutina y haz actividades que te distraigan (y te gusten)
Sabemos que no es fácil pero es posible en esos momentos, dejar el móvil o el ordenador de lado. "Será positivo en todos los casos, para bajar su uso y reducir la tentación.", aconseja Palomares. De este modo, una vez dejemos al móvil a un lado, lo mejor es "seguir con nuestro día a día, centrarnos en nuestras relaciones sociales y familiares y no abandonar los espacios de ocio y de respiro".
Es fundamental sobre todo en estos casos, seguir haciendo lo que estábamos haciendo. O bien hacer cosas o actividades que nos gustan mucho. Por ejemplo: centrarnos en el trabajo o en nuestras relaciones familiares. También es importante que si estamos con gente, si hemos quedado con amigos, no hablemos de ello ni de nada relacionado. A veces cuesta, pero si centramos y desviamos la conversación por otro lado, al final el pensamiento que nos preocupa queda a un lado.
Así, es importante que, como dicen García y Martín, "ocuparte en lugar de preocuparte". Así puedes por ejemplo, "hacer un listado de cosas que puedes hacer antes de mirar en internet para estar entretenido: buscar ingredientes en casa y preparar una receta, salir a pasear, leer, hacer ejercicio físico... Todo aquello que te ayude a que pase el tiempo será la clave para que baje la ansiedad", aseguran.
3. Fomenta hábitos de vida saludable: te ayudarán
En general, para tener mejor salud es importante llevar un estilo de vida saludable. También en esto. Como explica Palomares, "si mantenemos buenos hábitos de autocuidado, como es la alimentación, el ejercicio y el descanso, presentaremos un mejor estado de ánimo y menos ansiedad, lo que va a favorecer que seamos menos vulnerables a este tipo de preocupaciones".
A menudo -añade esta profesional- detrás de estas preocupaciones hay otras causas, como el estrés, algún problema, dificultad o emoción que nos está costando afrontar. "Reflexionar sobre esto para tratar de identificarlo será positivo".
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Para ello, una de las técnicas que recomiendan García y Martín es el mindfulness. Es decir, "practicarlo cuando estés tranquilo, de esa forma podrás entender que tú no eres todos tus pensamientos y aprenderás a desligarte de ellos", concluyen.