Es una realidad que afecta a muchas mujeres después de dar a luz. Se estima que un 15% de las mujeres que dan a luz pueden desarrollar una depresión posparto. Es importante visibilizar el problema, saber que existe, que no es nada raro ni mucho menos, nada por lo que la mujer deba sentirse culpable, para poder primero detectarlo y después tratarlo.
Como explica a laSexta.com Natalia Valverde, psicóloga perinatal, infantil y familiar del centro Gimeno, Prado y Valverde Psicología (Madrid),"la depresión posparto muchas veces no es fácil de identificar. Primero, por el estigma que hay aún frente a la enfermedad mental y por otro lado, por la presión social que existe de que este es un momento feliz, de que parece que "obligatoriamente" la madre tiene que ser feliz".
Así, muchas veces las mujeres "no se atreven a hablar de su situación con nadie ni de cómo se sienten, ni siquiera con sus parejas. A veces, incluso, ni la propia mujer es capaz de tomar conciencia de lo que le pasa, de sentir de que está sufriendo un trastorno emocional que tiene nombre y por tanto, un diagnóstico y un tratamiento", añade esta experta, también investigadora de depresión postparto en la Universidad Complutense de Madrid y el Hospital del Sureste de la Comunidad de Madrid.
Por ello, para poder tratar esta problema que sí tiene tratamiento -añade esta experta- "es tan importante su difusión, visibilizarlo y hablar de él, saber que puede pasar, que la depresión posparto puede aparecer y que la mujer no tiene ninguna culpa de ello".
Y es precisamente la culpabilidad uno de los sentimientos más frecuentes en las mujeres con este problema: "Muchas de ellas me dicen en consulta cosas como 'sentía que mi vida de siempre había terminado, que esto no era lo que yo esperaba'; 'me sentía fatal porque yo toda mi vida me he ocupado de mis cosas y de repente siento que no puedo hacerme cargo de mi bebé y que no hago bien, que no tengo ganas de hacerlo, que no soy una buena madre...'" explica Valverde.
Es importante insistir en la importancia de que la madre no debe sentirse culpable por tener este problema, porque podría pasarle a cualquiera, sostiene esta especialista. Que la culpa no es de nadie. Que no es que estén haciendo algo mal, que no es que no sean capaces de ello, sino que son cosas que simplemente pueden ocurrir. Que es un problema que está ahí, que le ocurre a alrededor de un 15% de la mujeres que dan a luz y que es importante tenerlo en cuenta, saber que existe para poder así detectarlo y tratarlo cuando antes. Porque hay tratamientos eficaces para combatirla.
Síntomas y casusas de la depresión posparto
Es importante diferenciar entre depresión posparto y lo que llamamos 'tristeza después' del parto o 'baby blues'. Tal como explica la experta, justo en los días posteriores al parto, puede aparecer en muchas mujeres un cuadro de cierta labilidad o inestabilidad emocional: las mujeres no están como siempre, pueden, por ejemplo, tener momentos de romper a llorar o de sentirse desbordadas y tiene que ver con el impacto que a todos los niveles supone la llegada de un bebé a tu vida. Pero son cuadros leves que remiten de forma espontánea a los pocos días y que no impide que la mujer se ocupe del bebé y lo disfrute.
Pero la depresión posparto es otra cosa, explica Valverde. Cuando hablamos de depresión posparto estamos realmente hablando de un cuadro más severo tanto en duración como en intensidad. Suele debutar en los tres primeros meses después del posparto, pero en ocasiones puede iniciarse un tiempo después, incluso, hasta un año más tarde. La mayoría de los casos suele ocurrir en los tres primeros meses.
Según el DSM-V (el manual por excelencia de la psiquiatría y los trastornos de salud mental) la depresión posparto es clasificada como un trastorno del estado de ánimo y es aquella situación que dura más de dos semanas (a diferencia con la llamada tristeza posparto o 'baby blues' que dura menos de dos semanas y se resuelve espontáneamente) y que interfiere de forma importante en la vida la mujer: no se ve capaz de cuidarse a si misma ni a su bebé. "Es una depresión que cuyas consecuencias se agravan por ocurrir en un momento vital en el que hay un bebé dependiente que depende física y emocionalmente de la mujer", sostiene Valverde.
Y así, y según explica por su parte la doctora Isabel Castaño, ginecóloga del Hospital Quirónsalud Murcia, los síntomas de la depresión posparto pueden ser muy diversos, pero lo más característico es la sensación de tristeza profunda que sienten las mujeres. Puede haber también irritabilidad o enfado, pérdida de apetito, problemas para dormir o conciliar el sueño, cambios de humor, incapacidad para disfrutar, falta de energía o sentimientos de culpa y vergüenza porque no se ven capacitadas de cuidar a su bebé.
En cuanto a las causas -añade esta ginecóloga- podemos hablar de susceptibilidad genética y de cambios hormonales (el aumento de la susceptibilidad a estos cambios puede predisponer a la mujeres a la depresión posparto). Por otro lado, otros factores, más de índole social o personal, son el estrés, la situación económica, la edad (normalmente edades muy tempranas); antecedentes familiares, miedo al parto, etc. Para conocer más acerca de esta situación, en este texto escrito por la doctora Castaño puedes encontrar información más detallada.
Según añade Valverde, es fundamental detectar esta situación tanto por parte de la madre como de los familiares, ya que la gran mayoría de los casos pasan desapercibidos y esto no solo afecta a la mujer sino también bebé y al resto de la familia, fundamentalmente a la pareja.
"A medida que las mujeres entran en depresión, son menos capaces de poder cuidar a su hijo/a, por supuesto tampoco a ellas mismas, y esto, según estudios, puede causar problemas emocionales y el desarrollo del bebé", asegura la doctora Castaño. Por ejemplo, "pueden tener o desarrollar apegos inseguros con la madre lo que puede desencadenar problemas emocionales, retrasos en el desarrollo o irritabilidad".
"El bebé que en su primer año de vida aprende muchas cosas en la relación con los padres y necesita más que nunca ese inicio del vínculo de la mejor forma posible. En algunos casos de depresión posparto, la madre, pese a todo, puede mantener el cuidado del bebé y tener un buen vínculo pero no es así en muchos otros casos: una mujer con depresión suele tener menos disponibilidad para mirar al bebé, para sonreírle, para hablarle, para contarle el mundo... Algo tan importante en el primer año de vida. Por lo que son bebés que también se ven afectados, como así nos indican los estudios, en su desarrollo. Por ello es muy importante detectar y tratar", afirma Valverde.
Cómo se puede tratar la depresión posparto
La primera línea de tratamiento es la psicoterapia o terapia psicológica. "Cada vez hay más conocimiento de la salud perinatal, una disciplina reciente a nivel mundial. En nuestro país se ha iniciado en la última o últimas dos décadas. Antes poco se hablaba de la salud mental materna y de la salud del bebé en el primer año de vida, pero ahora sabemos que es fundamental para el desarrollo del bebé: si una madre está bien, el bebé estará bien", afirma Valverde.
Por lo que, tal como explica esta experta, es importante hacer primero una evaluación individual de cada mujer, porque cada caso puede tener unas causas y características diferentes. Por lo que la terapia siempre será individualizada en cada paciente. "Realmente estamos hablando de un cambio vital en la mujer -que puede traer también consigo cambios físicos, no solo psicológicos- como cuando en la adolescencia, una chica pasa de niña a mujer, aquí se pasa de haber sido siempre hija a ahora, también, ser madre. Y eso supone un cambio y un trabajo psíquico que a veces no es fácil".
En los casos de depresión más graves, se puede necesitar también -unido siempre a la terapia psicológica- un apoyo farmacológico. De hecho y como apunta la doctora Castaño, en el caso de necesitar medicación, "se ha visto que existe un consenso general de quelos beneficios de la medicación superan los riesgos potenciales para el bebé".
Es importante también destacar el papel de las familias, que a veces no saben cómo ayudar ni cómo manejar la situación. Y es algo normal porque todavía el tema de la depresión posparto es un problema casi tabú o al menos sí muy desconocido. Así, y como explica Valverde, "los familiares intentar animar a la madre con frases como: anímate, mira que bebé más bonito tienes, lo que tienes que hacer es entretenerte, salir a la calle, hacer cosas... Y la mujer está profundamente triste y angustiada y eso precisamente no le va a resolver, no hará más que generarle aún más culpa".
Por eso, "lo que hay que hacer es apoyar y validar sus sentimientos y decirle a la madre: no puedo imaginarme lo que estás pasando pero sé que es un problema que puede pasar, que la depresión posparto existe, que la sufren muchas mujeres; dime cómo te puedo ayudar, qué te parece si pedimos ayuda…". Por otro lado, también es clave que "los familiares no se ocupen del bebé para que la mujer descanse, sino que en la medida de lo posible, es importante permitirle a ella que se ocupe del bebé porque el vínculo va a hacer que cada vez le guste más. Y si le retiran el bebé, la mujer se deprime más. Por ello, mejor que los familiares le ayuden en otras cosas".
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Por último, es clave también prestar atención a la pareja. De hecho, son muchas veces ellas -las parejas- quienes llaman a consulta psicológica para pedir ayuda. "Sabemos que en muchos casos detrás de una mujer deprimida, hay una pareja deprimida. Y piensan que ellos/as tienen que ser los fuertes, los que estén ahí para todo, pero a veces también se deprimen (los estudios nos dicen que sus depresiones pueden debutar más a final de año del posparto que al principio) por lo que también es importante tener en cuenta a las parejas y pedir ayuda si hace falta", concluye la psicóloga.