Cuando pasaba de los 50 años, a Begoña le detectaron un cáncer de mama. Se operó del tumor (se hizo una doble mastectomía con reconstrucción) y recibió un tratamiento de quimioterapia. Todo parecía ir bien. Sin embargo, algo después de un año, recibió otro diagnóstico inesperado. Y desconocido.
“Tenía varias metástasis en el hígado, que no era precisamente un cáncer de hígado sino un cáncer mama metastásico(cuando el cáncer de mama se disemina más allá de la mama a otros órganos del cuerpo, fundamentalmente a los huesos, pulmones, hígado y cerebro). Yo no me lo podía creer, nadie me había hablado nunca de metástasis, no sabía siquiera qué era eso”, confiesa Begoña en conversación con la Sexta, con motivo del Día Mundial del Cáncer de mama (19 de octubre).
"Y la gente me preguntaba: pero Bego, ¿cómo vas a tener cáncer de mama en el hígado? Son cosas que realmente cuesta asimilar". Y fundamentalmente, es por desconocimiento, porque la gente no conoce, no sabe que existe el cáncer de mama metastásico, cuando -por desgracia- no es tan raro como pensamos.
Este diagnóstico inesperado que recibió Begoña lo reciben al menos un 30% de las mujeres con cáncer de mama, bien en el mismo momento del diagnóstico o incluso, una vez ya curadas. Recordemos que según las estadísticas, 1 de cada 8 mujeres sufrirá un cáncer de mama a lo largo de su vida. Y de ellas, según informa la Asociación Española de Cáncer de Mama Metastásico, un 5-6% tendrá un cáncer de mama metastásico en el momento de diagnóstico y entre un 20-30% de las pacientes con cáncer de mama, incluso ya curadas y años después de haber terminado los tratamientos, desarrollará un cáncer de mama metastásico.
El cáncer de mama metastásico es un tumor que se ha diseminado más allá de la mama, que ya no está localizado sino que está ya en estadio avanzado (estadio IV)
“Cáncer de mama metastásico significa que el tumor ya no está localizado sino que está ya en estadio avanzado (estadio IV)”, explica a laSexta la doctora Eva Ciruelos, oncóloga en el Hospital Universitario 12 de Octubre y HM Hospitales (de Madrid) y vicepresidenta del Grupo SOLTI. “Se trata de una enfermedad que en la actualidad, con los tratamientos actuales no se puede eliminar (salvo excepciones). Así, lo que pretendemos los oncólogos y especialistas es ofrecer tratamientos que se toleran bien y que permitan controlar el tumor para retrasar la progresión de enfermedad", asegura la doctora. El objetivo fundamental de los tratamientos actuales es por tanto, asegura por su parte la Asociación Española de Cáncer de Mama Metastásico, el de "aumentar la supervivencia preservando la mejor calidad de vida posible".
Más investigación para llegar a la curación
Gracias al avance de la ciencia y a la investigación, la supervivencia libre de enfermedad a los 5 años del cáncer de mama está alrededor del 80%, incluso del 90%. Por ello, es fundamental que se investigue más sobre el cáncer de mama metástásico. Se necesita más investigación y se necesita, por ende, sobre todo más financiación. Para avanzar hacia mejorar tratamientos que consigan eliminar este tumor es fundamental conocer más acerca de la biología del tumor para crear tratamientos más dirigidos.
Según explica la doctora Ciruelos, "cada paciente de cáncer de mama tiene un tumor diferente y cada tumor tiene unas alteraciones que son más importantes. Y lo que hay que hacer es descubrir cuáles son esas alteraciones que son más importantes en cada paciente, para dar tratamientos más dirigidos a esas alteraciones importantes. Y para ello, se necesita más inversión en investigación: hay estudios que no se podrán realizar si no hay detrás dinero público. Y lo que queremos lo investigadores -por parte de los políticos- son hechos y no palabras. Queremos poder investigar y poder avanzar hacia la eliminación de este tumor".
Es importante conocer más la biología del tumor para llegar hacia tratamientos más dirigidos y más específicos para cada paciente. La investigación y la financiación son clave
Y es que "de la investigación depende nuestra vida", asegura Begoña. "Yo tengo la suerte de estar y participar en una ensayo clínico en el que llevo ya casi tres años. Me dan quimioterapia oral y aunque hay mañanas muy duras (tengo nauseas y mareos) no es un tratamiento muy duro", cuenta Begoña. "Por fortuna, yo puedo hacer una vida muy normal. Lo único -en mi caso- es que me destroza los pies, la piel de los pies. No puedo correr -que yo antes corría- por ejemplo, pero sí puedo caminar, hacer ejercicio físico, patinar o montar en bicicleta”, cuenta Begoña. Y en todo este proceso -sonríe- he tenido ya 3 nietos.
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Y es verdad que hay días mejores y peores, que tienes tus momentos y tus altibajos. "La gente te dice con toda su buena intención: te vas a curar porque estás guapísima, no te preocupes, ya verás como sí. Y tú le tienes que decir que no, que yo no tengo cura, que mi cáncer no tiene cura", confiesa Begoña haciendo hincapié en la importancia de cuidar el lenguaje de las pacientes con cáncer de mama metástastásico. Porque "no somos heroínas, que esto no va ni de lucha: el cáncer te toca y te toca (yo por ejemplo, no tenía ningún factor de riesgo). Y es que no somos ni vencedoras ni vencidas", finaliza, haciendo alusión a la campaña que lanzaron no hace mucho varias asociaciones y grupos de investigación precisamente, para visibilizar el cáncer de mama metastásico: "Porque esto no es ninguna guerra ni ninguna lucha, sino una enfermedad".