En España, un 10% de los niños y niñas tienen asma que se produce por la inflamación crónica de las vías respiratorias y se considera la enfermedad crónica más frecuente en la edad pediátrica. Varía, no obstante, dependiendo de la edad de los pequeños: es más alta en menores de 5 años: el 50% ha presentado un periodo de sibilancias o pitos durante esos primeros años; y luego disminuye hasta ese 10%.
Los casos de asma han aumentado en los últimos años y uno de los motivos es sin duda, el cambio climático. Pero el asma depende de muchos factores: "Por un lado, los factores genéticos que son del propio individuo y por otra, los factores ambientales en los cuales, influyen tanto la contaminación ambiental como la polución", afirma a laSexta.com el Dr. Juan Carlos Juliá Benito, componente del Grupo de Trabajo de Alergia Respiratoria y Asma de la Sociedad Española de Inmunología Clínica Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP).
Especialmente, la contaminación ambiental se asocia con crisis de asma en niños y adolescentes que viven en zonas urbanas, tal como ha mostrado recientemente un estudio publicado en la revista 'The Lancet Planetary Health'. Los resultados del estudio, a los que aluden desde la SEICAP, indican que "los niveles moderados de dos contaminantes del aire exterior, el ozono y las partículas finas, se asocian a crisis de asma no vírico en esta población que vive en zonas urbanas de bajos ingresos".
Desde esta sociedad científica explican que los niños son más vulnerables que los adultos a sufrir las consecuencias de la exposición a contaminantes atmosféricos, ya que ellos tienen las vías respiratorias más estrechas, pasan más tiempo al aire libre y respiran por la boca con más frecuencia que los adultos.
Cómo avisa el asma: síntomas en los niños
Es importante que si notamos algunos de los siguientes síntomas en los pequeños, acudamos a consultar con un médico. Tal como enumera el doctor Juliá, los síntomas del asma son los siguientes:
- Tos, pitos o sibilancias y la dificultad para respirar, fatiga o ahogo.
- En adolescentes, a veces también pueden presentar dolor o presión en el pecho.
- Estos síntomas pueden aparecer de modo espontáneo y si se trata de asma de esfuerzo aparece por el ejercicio.
El asma puede tener multitud de 'nombres'. Esto es, tal como expone la SEAIC, puede haber asma del lactante; asma inducido por virus; asma alérgica; asma de causa desconocida; asma inducida por ejercicio; asma intermitente; asma persistente; asma leve, moderada, severa; asma inestable, asma no controlada, etc. "El asma de un paciente puede tener varias de estas características al mismo tiempo; incluso cambiar y tener unas características en un momento dado y otras distintas más adelante".
"El diagnóstico del asma en la mayoría de los casos es clínico, es decir, la presencia de estos síntomas y observar que tiene una respuesta positiva al tratamiento broncodilatador nos indicará que tenemos una sospecha de asma", explica.
En los niños más pequeños -continúa el experto- no podremos hacer otras exploraciones y esto nos confirmaría ya el diagnóstico, pero siempre "hay que hacer un diagnóstico diferencial, pensando en otras enfermedades. Y en los niños de más de 5 o 6 años, que son colaboradores, se puede efectuar una prueba funcional respiratoria que es una espirometría y ver el estado de sus bronquios".
Una vez diagnosticado el asma, es importante, para aplicar el tratamiento adecuado, actuar sobre la causa. Esto es, "si es una causa alérgica, hay que evitar el contacto con el alérgeno", explica el experto. Por otro lado, en otros casos, será necesario "un tratamiento de mantenimiento, que lo tienen que seguir durante muchos meses, lo que permite disminuir la inflamación bronquial para evitar episodios de crisis". Y por último, cuando se tiene en sí la crisis de asma, "hay que optar por el tratamiento de los broncodilatadores inhalados".
Consejos para no agravar el asma
Por último, es importante tener en cuenta la existencia de algunos factores que podrían agravar el asma en los pequeños. Por ello, es fundamental atender a los siguientes consejos. En primer lugar, es importante evitar el tabaco, que es una causa, tanto la exposición durante el embarazo como en el periodo de la infancia, que incrementa el riesgo de asma durante los primeros años de vida.
En segundo lugar, explica el experto, es importante evitar el sobrepeso y la obesidad pues "hay evidencia de que predispone a un peor control y formas de asma más graves", explica el doctor. También, en tercer lugar, y según han mostrado algunos estudios, "el consumo de antibióticos durante el embarazo o el periodo de lactancia va asociado con asma. Por lo que hay que ser muy estricto a la hora de utilizar los antibióticos en los primeros años de vida, a no ser que sea pautado por el profesional", aconseja.
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En cuarto lugar, hay que prestar especial atención a la microbiota intestinal que es fundamental para enfermedades inmunológicas o alérgicas. Y por último, en el caso de los niños asmáticos es fundamental "la vacunación antigripal anual, porque es un factor de riesgo contraer esta infección que puede producir más agudizaciones de su proceso de asma", finaliza el experto.