Dependiendo de cada persona el COVID se manifiesta de manera diferente, puede durar días o incluso semanas, pero hay gente que, aun habiendo pasado la enfermedad, continúa sufriendo síntomas derivados del virus durante mucho tiempo. Esto es lo que se conoce como pacientes con COVID persistente.
Según la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el COVID persistente es la condición que ocurre en personas con antecedentes de infección por SARS-CoV-2 con síntomas que se producen hasta tres meses después del inicio de la enfermedad y duran, al menos, dos meses.
Síntomas principales de COVID persistente
- Malestar general
- Astenia o sensación de falta de energía, es decir, sentirse muy cansado
- Falta de concentración
- Fallos de memoria
- Dolor de cabeza
- Dificultad para respirar
- Tos
- Mareos
- Dolor muscular
- Dolor de espalda
- Presión en el pecho
- Ansiedad
- Dolores en las articulaciones
- Diarrea
Todos estos síntomas han sido confirmados a través de varios estudios, entre ellos una encuesta realizada por el SEMG a 2.120 personas, de las cuales 1.834 presentaban síntomas de COVID persistente tras pasar mucho tiempo arrastrando la enfermedad. Contabilizaron así una media de 36 síntomas por persona. Además, indican que, afecta aproximadamente a un 15% de pacientes adultos, y entre un 5% y un 10% a niños que han pasado la enfermedad.
Nuevos síntomas confirmados
Por otro lado, un estudio publicado el 25 de julio por la revista 'Nature Medicine' dio a conocer dos síntomas relativamente nuevos, descubiertos por investigadores de la Universidad de Birmigham: la pérdida de cabello y la disfunción sexual.
Entre los 37 investigadores que conforman el quipo hay epidemiólogos, médicos, científicos de datos, estadísticos y pacientes. Como base principal del estudio, los investigadores analizaron los datos anónimos de salud de 2,4 millones de personas en Reino Unido, datados entre enero de 2020 y abril de 2021. Entre los datos recogidos, 486.149 personas tenían infección previa, y 1,9 millones de personas no contaban con indicios de infección.
Según el estudio, los pacientes con un registro de atención primaria de infección por el coronavirus informaron de 62 síntomas después de doce semanas del contagio inicial, en comparación con los que no habían pasado el COVID. De esta manera, los investigadores pudieron organizar en tres categorías los síntomas: respiratorios, relacionados con la salud mental y problemas cognitivos.
El autor principal del estudio, Shamil Haroon, indica que "la investigación llevada a cabo confirma lo que los pacientes les han estado diciendo a los médicos y a los políticos durante la pandemia, que los síntomas de esta enfermedad son extremadamente amplios y no pueden explicarse completamente por otros factores, como los factores de riesgo del estilo de vida o las condiciones de salud crónicas".
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Por otro lado, Haroon apunta que "los síntomas identificados deberían ayudar a los médicos a mejorar la evaluación de los pacientes y con ello ayudar a manejar mejor la carga de síntomas". El estudio sugiere que existen personas con mayor riesgo de contraer COVID persistente, como las mujeres, las personas más jóvenes o pertenecientes a algunos grupos étnicos, los ciudadanos de niveles socioeconómicos bajos, los fumadores o las personas con sobrepeso.