La aterosclerosis -también llamada comúnmente endurecimiento de las arterias- es una afectación que causa hasta el 85% de las muertes relacionadas con las enfermedades circulatorias. Y esto tiene un culpable: el colesterol.

Según datos publicados por Cardioalianza, con motivo del Día Mundial del Colesterol (19 de septiembre), "tener hipercolesterolemia o niveles altos de colesterol (LDL, el llamado 'colesterol malo') es la principal causa de la aparición de la aterosclerosis". Existen también otras causas, pero sin duda está es la más común o la más frecuente.

Tal como detalla esta entidad, "la aterosclerosis o acumulación de lípidos a lo largo del tiempo en la pared de las arterias aparece como resultado de la acumulación de grasa, calcio y sobre todo de colesterol y es -como hemos dicho- la causante del 85 % de las muertes relacionadas con las enfermedades circulatorias".

Es por ello fundamental mantener a raya nuestros niveles de colesterol, pues "tener unos niveles no controlados de colesterol LDL en sangre puede contribuir a desarrollar hasta el 60% de los infartos o anginas de pecho y el 40% de los ictus", sostienen desde la asociación. Está demostrado que "las personas con niveles de colesterol total en sangre de 240 mg/dl tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que aquellas con cifras de 200 mg/dl".

Por lo que "el colesterol cuanto más bajo mejor", afirma laSexta.com Dr. Xavier Garcia-Moll, jefe de Hospitalización del Servicio de Cardiología en el Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona.

Así como explicamos en este artículo, se consideran niveles normales de colesterol aquellos que expresan menos de 200 mg/dl; normales-altos aquellos que están entre 200 y 240 mg/dl y niveles altos los que se sitúan por encima de 240 mg/dl.

En España y según datos de ENRICA, el 50,5% de la población adulta tiene niveles de colesterol por encima de 200 mg/dl. Además, muchas personas no lo saben porque el colesterol alto no avisa con síntomas, es decir, "éstos son invisibles hasta que se produce, por ejemplo, un evento isquémico", explica Maite Saturnino, presidenta de Cardioalizanda. Así, tal según reflejó una encuesta realizada por esta asociación a pacientes que habían sufrido ya un evento cardiovascular, sólo "1 de cada 10 desconocía si presentaba un nivel alto de colesterol LDL en la sangre".

Cómo cuidar el colesterol: dieta sana y ejercicio

Hay dos claves fundamentales para cuidar el colesterol: dieta sana y actividad física. Pero actividad física no quiere decir deporte, aclara el doctor García-Moll.

"Actividad física quiere decir movernos. Y cuanto más mejor. Esto es, en lugar de coger el ascensor, mejor si subimos por las escaleras; ir caminado a los sitios o bien bajarnos una parada antes de metro o del autobús para poder andar más, intentar darnos un paseo todos los días... También es importante no estar más de 20 minutos quietos delante de un ordenador o de la TV, es decir, es recomendable levantarnos cada 20 minutos y dar un pequeño paseo por el pasillo. Este tipo de actividades son las que realmente marcan la diferencia", explica el experto.

Por otro lado y en cuanto a la dieta, es fundamental llevar una dieta sana, lo más parecida posible a la dieta mediterránea. "Es clave que de forma regular llevemos una dieta sana, intentando adaptarnos a la dieta mediterránea. Los alimentos cuantos más frescos, mejor. Y cuando menos, procesados y sobre todo ultraprocesados, mejor", afirma el experto.

Y es que -añade- "no se trata de prohibir sino de hacer recomendaciones: de forma puntual o ocasional podemos permitirnos, con la comida, algún capricho que nos guste pero de forma regular debemos mantener una alimentación sana".

Otro de los mitos más frecuentes que se escuchan en torno al colesterol -sobre todo hace tiempo atrás- es que los huevos eran malos si tenías el colesterol alto. Pero nada de eso, "se ha demostrado que la proteína del huevo es de alto valor biológico y por tanto, es buena para incluir en nuestra dieta. Las personas con colesterol alto pueden tomar unos 3 huevos a la semana", indica el doctor.

Por supuesto, concluye el experto, además de la dieta y el ejercicio "es fundamental tomar la medicación (en el caso de tenerla prescrita) y no olvidarla, y controlar nuestros niveles de colesterol con revisiones periódicas (las que nuestro médico o especialista nos indique)".