El Ministerio de Sanidad ha aprobado la venta sin receta de los test de antígenos y test serológicos o test de anticuerpos que ya se pueden comprar desde esta semana en las farmacias de España.

Los primeros, los test de antígenos, miden si estamos infectados de coronavirus en este momento, y los test serológicos o test de anticuerpos miden si tenemos o no anticuerpos frente al COVID-19, bien por haber pasado la enfermedad o bien por estar vacunados con pauta completa.

Pero ¿qué ocurre si me sale que no tengo anticuerpos? ¿Podemos fiarnos sólo de éstos para saber si estamos o no protegidos frente al COVID-19? Es decir, si me ha hago un test de anticuerpos y no tengo, significa que nos estoy ‘inmunizado’ frente al COVID grave? No, aunque no tengamos anticuerpos, podemos estar protegidos.

No todo son anticuerpos: existe también la inmunidad celular

En la inmunidad, entran en juego dos vías. Tal com explica a laSexta el Dr. Gabriel Reina González, especialista en Microbiología Clínica de la Clínica Universidad Navarra (CUN), una de ellas son los anticuerpos -la llamada inmunidad humoral- y la otra es la llamada inmunidad celular que son una serie de linfocitos específicos que saben reconocer el patógeno y eliminarlo.

"Hay vacunas capaces de generar sólo anticuerpos, pero otras vacunas, buenas vacunas -como las del COVID-19- permiten obtener además una respuesta más potente y duradera en el tiempo: no solo generan anticuerpos (inmunidad humoral) sino que genera también una serie de células -células T- o linfocitos T (inmunidad celular)", afirma el experto.

En la inmunidad, entran en juego dos vías: los anticuerpos (inmunidad humorar) y linfocitos o células T (inmunidad celular)

Cada uno hace su parte. "Los anticuerpos impiden que entre el virus en el organismo pero una vez entra, es cuando actúa la parte celular o linfocitos que son los encargados de romper las células infectadas y eliminarlas", añade por su parte la Dra. Carlota Dobaño, jefa del grupo de inmunología en el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación "la Caixa”.

Por lo que "a pesar de no tener anticuerpos no significa que tu cuerpo no esté protegido o no esté respondiendo bien a la vacuna: puede ser que no respondas a la parte de anticuerpos pero que sí estés generando inmunidad o respuesta celular", añade esta experta.

Muy pocos casos sin anticuerpos

Hay personas que pueden no generar anticuerpos bien por ser muy mayores y tener el sistema inmune más debilitado (generalmente, las personas mayores suelen responder peor a las vacunas y responder además con menos anticuerpos”, sostiene Dobaño); o bien por ser personas inmunodeprimidas debido a diversas enfermedades como procesos de cáncer, de trasplantes o por tomar medicamentos frente a enfermedades crónicas que hacen debilitar el sistema inmune.

También, algunas personas aparentemente sanas pueden no generar generan anticuerpos: "Se desconocen las causas en estos casos, puede deberse a factores genéticos, pero no se sabe con exactitud; es algo que genera gran interés científico”, puntualiza la experta.

Algunas personas con el sistema inmune debilitado pueden no generar anticuerpos

Por último, también puede ocurrir que el test de anticuerpos que usemos para ver si tenemos o no anticuerpos no sea del todo sensible. “No sabemos aún el mínimo nivel de anticuerpos que nos hace o no estar protegidos, podría ser que con unos niveles moderados ya hubiera cierta protección; sin embargo es posible que algunos tests de anticuerpos de venta en farmacia no tengan en este sentido, una buena sensibilidad o una fiabilidad alta. Por lo que, en estos casos, aunque no demos positivo en anticuerpos no significa que no tengamos”, añade Dobaño.

Sin embargo, la realidad es que muy personas no generan anticuerpos. En muy, muy pocas ocasiones, una vez pasado el coronavirus o una vez vacunados contra el COVI-19, podemos no tener anticuerpos contra el COVID-19. Por ejemplo, un estudio realizado por Instituto de Investigación del Sida (IrsiCaixa)-publicado en mayo de 2021- señaló que entre un 2-17% de personas que han pasado la enfermedad no generaron anticuerpos; sin embargo "pueden combatir el virus, gracias a la inmunidad celular", reza el informe.

Así y como explica en el citado estudio, Julia García-Prado, investigadora principal en IrsiCaixa y directora científica del Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP), "en el caso de la COVID-19, sin embargo, lo más común es evaluar la respuesta inmunitaria del paciente en función de sus anticuerpos, y no en base a la respuesta celular. Esto puede generar confusión en las personas a las que no se les encuentran anticuerpos contra el SARS-CoV-2 a pesar de haber sido vacunadas o haber pasado la COVID-19". Sin embargo -tras la realización de este estudio- "podemos decir que estas personas son capaces de protegerse de la severidad de la enfermedad sin necesidad de anticuerpos".

Recordemos que las vacunas contra el COVID-19 no son esterilizantes, pero en la gran mayoría de los casos -salvo casos muy excepcional, el riesgo nunca es cero- protegen del COVID-19. Que si nos contagiamos aún vacunados con pauta completa, pasaremos un COVID leve o incluso asintomático.

Menos de un 2% de la población no genera anticuerpos después de la vacuna contra el COVID-19, con pauta completa, según un estudio realizado en Valencia

ProVaVac

Por su parte, el caso de las personas vacunadas, según un estudio realizado por el Programa Valenciano de Investigación Vacunal Covid-19 (ProVaVac) en una muestra de 881 personas mayores residentes en 13 residencias o centros de mayores valencianos (vacunadas con Pfizer), hasta el 98,7% sí habían generado anticuerpos con la vacuna a los 3 meses de la segunda dosis, esto es, sólo 1,3 % no generó anticuerpos.

La inmunidad celular, más duradera

De forma general, se ha visto que "las personas que han pasado la enfermedad grave generan más anticuerpos que aquellas que han pasado la enfermedad más leve, es decir, tienen más anticuerpos y además suelen ser de más larga duración", explica el doctor Reina.

En principio -añade- es más frecuente tener inmunidad celular que anticuerpos, por lo que "en casos de personas que no tengan anticuerpos podrían tendrían inmunidad celular", añade el experto.

Sin embargo, hay que matizar que puede haber personas que, tras la vacuna, no tengan ninguna de las dos cosas, ni inmunidad humoral ni inmunidad celular, que es lo que se conocería como fallo vacunal, es decir, personas que no responden bien a la vacuna y no generan la protección adecuada. Son casos muy, muy excepcionales.

"Prácticamente, toda la población vacunada con dos dosis, va a generar o bien anticuerpos o bien inmunidad celular. Y ambas cosas. Y en el caso de que hayan pasado la enfermedad y además se hayan vacunado ya con una dosis, "tendrían una inmunidad superior y más potente", añade el doctor.

Como han afirmado algunos estudios, la inumunidad celular duraría más que los anticuerpos, algo que ya se vio con el SARS-CoV de 2003: "Los anticuerpos duraban unos 2-3 años mientras que la inmunda celular se ha visto que sigue en pie 18 años después", sostiene Reina.