Esta mañana hemos conocido la noticia de la baja, durante al menos tres meses, del Kun Agüero,jugador del F.C. Barcelona a causa de una arritmia al corazón o una arritmia cardiaca. Pero ¿qué son las arritmias y por qué suceden? ¿Qué pueden producir? Y sobre todo ¿podemos disminuir el riesgo de tener una? Si es así, ¿qué podemos hacer?
Para contestar a estas preguntas, que nos han surgido a raíz del suceso del jugador del Barça, laSexta ha preguntado al presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), el doctor Julián Pérez-Villacastín. "Una arritmia es una falta de ritmo del corazón: bien porque vaya demasiado rápido o demasiado lento. Dentro de las arritmias, las hay de muchos tipos y muy diferentes entre sí: más benignas o más graves y peligrosas que en ocasiones pueden incluso provocar la muerte", explica el doctor.
Hay que explicar (y recordar), tal como como señala la Fundación Española del Corazón (FEC), impulsada por la SEC, que el corazón late como consecuencia de unos impulsos eléctricos que hacen que las aurículas y los ventrículos se contraigan de forma adecuada, sincrónica y rítmica. Una frecuencia cardiaca normal oscila entre 60 y 100 latidos por minutos (lpm).
Así, las arritmias pueden clasificarse en base a tres aspectos: por su origen: supraventriculares (originadas en las aurículas o en el nodo aurículo-ventricular) o ventriculares (originadas en los ventrículos); por su frecuencia cardiaca: rápidas/taquicardias (frecuencia superior a los 100 lpm) o lentas/bradicardias (frecuencia por debajo de los 60 lpm) y su modo de presentación: crónicas (de carácter permanente) o paroxísticas (se presentan en ocasiones puntuales).
La arritmia más frecuente (en España, se estima que afecta a 1 millón de personas, de las cuales unas 100.000 estarían sin identificar) y la que más ingresos provoca es la llamada fibrilación auricular, que causa normalmente, latidos muy rápidos del corazón. No obstante y gracias a los avances médicos, existen diferentes tipos de tratamientos para tratar esta enfermedad, y la gran mayoría de los pacientes pueden llevar después una vida sana, con revisiones médicas regulares. Es importante tratarla ya que puede provocar embolias y hasta un 30% de los pacientes, como indica la FEC, pueden desarrollar una insuficiencia cardiaca. "Esta arritmia suele ser común en personas mayores", afirma el experto.
Síntomas, detección y casas de las arritmias
"Los síntomas que avisan de la aparición de una arritmia pueden ser de muy diversos tipos: las hay que ni siquiera dan síntomas y se detectan o se observan bajo un control rutinario, mientras que otras suelen dar mareos, pérdida de conocimiento, dolor torácico o un dolor fuerte en el pecho, como si fuera una angina de pecho", explica el doctor Pérez-Villacastín.
Es importante prestar atención a los síntomas, conocerlos cuando ocurran y consultar con nuestro especialista. La prueba más eficaz para detectarla son los electrocardiogramas, aunque "sólo nos muestra si existen arritmias en ese momento", aclara el experto.
Algunas arritmias pueden no dar síntomas, pero otras pueden dar mareos, pérdida de conocimiento o dolor torácico. Es importante estar atentos y consultar cuando sea necesario. Existen diferentes pruebas para detectarlas
Existen por tanto, otras pruebas de detección como son el llamado Holter, un dispositivo electrónico que registra la actividad eléctrica del corazón durante un periodo de tiempo más prolongado (uno o dos días), o con menos frecuencia los llamados Holter implantables, que se colocan debajo de la piel mediante una sencilla intervención quirúrgica. "Estos dispositivos pueden llevarse durante años y se reservan para pacientes en los cuales se sospechan arritmias graves que no se han podido detectar mediante otros métodos", explica la FEC.
En el caso de sospecha de una arritmia relacionada con el esfuerzo físico, puede realizarse una prueba de esfuerzo o ergometría. O bien estudiarse en profundidad el sistema de conducción cardiaco e intentar reproducir las arritmias "mediante un estudio electrofisiológico que permite registrar la actividad eléctrica cardiaca y estimular el corazón para reproducir arritmias", añade esta entidad.
Fundamentalmente, explica el doctor Pérez-Villacastín, las causas de las arritmias son de carácter congénito (es decir, nacemos con ellas) o como sucede en la gran mayoría de los casos, las que se producen por un deterioro del sistema eléctrico del corazón, a lo largo del paso de los años. Por envejecimiento. "Ésta es la principal causa: cuando las paredes del corazón se alteran, los cables que van por dentro también se alteran y esto produce arritmias", indica el cardiólogo.
En el caso de las personas jóvenes, "puede haber un componente genético o bien casos donde el corazón no se cuida lo suficiente y se le somete a grandes excesos", sostiene el doctor. Por ejemplo, un consumo excesivo de alcohol, de bebidas estimulantes o energéticas o consumo de drogas y tóxicos. "Y de forma excepcional, es decir, no suele ser lo frecuente, ocurre cuando haces deporte en exceso y acabas sobrecargando el corazón. Una de las formas que tendría de "protestar" es con una arritmia", explica.
Es importante por ello, llevar una vida saludable en cuanto a alimentación y ejercicio físico, pero también controlar otros factores de riesgo cardiovasculares que pueden aumentar el riesgo de una arritmia o de cualquier otro evento cardiovascular.
Cómo prevenir el riesgo de una arritmia
O mejor dicho, cómo disminuir el riesgo de que aparezcan. Según datos de la FEC, cerca de la mitad de la población tiene alguna alteración del ritmo cardiaco aunque -como ya hemos comentado- no todas son peligrosas ni suponen un problema.
Es importante, para prevenir el riesgo, tal como explica el doctor Pérez-Villanueva, fundamentalmente dos cosas: llevar una vida saludable evitando factores de riesgo cardiovasculares y tener un mejor conocimiento de nuestra salud.
En primer lugar, es importante llevar un patrón de vida sana, siguiendo una dieta saludable y haciendo ejercicio físico de forma regularasí como reducir el consumo de alcohol y dejar el tabaco, para evitar así los factores de riesgo cardiovascular que aumentan el riesgo de tener una arritmia (colesterol, hipertensión, obesidad... ).
Es fundamental llevar una vida saludable: dieta sana, ejercicio físico, controlar el consumo de alcohol y evitar el tabaco para disminuir la aparición de factores de riesgo cardiovasculares como la hipertensión, el colesterol, el sobrepeso...
Especialmente importante es la hipertensión ya que un reciente estudio ha mostrado la relación entre hipertensión arterial y fibrilación auricular (la arritmia más frecuente) así como la relación entre consumo de alcohol y fibrilación auricular. Según apunta por su parte la Sociedad Española de Medicina Interna, "el consumo de alcohol se asocia con múltiples problemas para la salud a corto y largo plazo como son el deterioro cognitivo, neuropatía, alteraciones digestivas, hepáticas o pancreáticas, riesgo de cáncer y también, y entre otros, las arritmias.
Importante mención también a la contaminación. Ya que tal como explicó la epidemióloga, Ana Navas-Acién, en el último Congreso de de la SEC (Congreso SEC21) -celebrado la pasada semana- los días de mayor contaminación del aire se registran más ingreso por infartos y arritmias.
Por último y en segundo lugar, es importante tener más conocimiento sobre nuestro cuerpo y nuestra salud. Así y según afirma el doctor Pérez-Villanueva, "la cultura es muy importante y hemos de ser más conscientes sobre nuestra salud, conocernos más. Por ejemplo, maniobras tan sencillas como saber tomarnos el pulso cuando notemos algo raro sería de gran ayuda".
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También sería importante -y de gran ayuda- hacernos un chequeo médico antes de someternos a cualquier actividad extraordinaria como la realización de un deporte de impacto. "En algunas ocasiones, un deporte se pone de moda y a la gente le da por practicar ese deporte, sin pensar que puede ser una actividad muy exigente para su salud cardiovascular. Por lo que antes de practicar, sería recomendable hacerse un reconocimiento para ver que todo está bien", finaliza el doctor.