Técnicamente, al dolor de regla se le llama dismenorrea. Es decir, un dolor que suele comenzar poco antes del inicio del periodo o menstruación, o justo en ese momento, y que suele durar un par de días, pero en ocasiones, y dependiendo de la mujer, puede durar más tiempo o ser un dolor más intenso. En los casos más severos, ese dolor puede ir acompañado de otros síntomas como náuseas, vómitos, dolor de cabeza...
Es en esos casos severos donde el dolor puede llegar a ser incapacitante, es decir, la chica o la mujer no puede hacer su vida normal, al igual que puede ocurrir con otras patologías.
Es por ello, importante visibilizar el tema y saber más sobre él, porque todavía, pese a todo, se desconoce mucho sobre la menstruación. Es cierto que desde hace ya algunas décadas, se habla más de ella, se conoce más acerca de la regla y hace tiempo que dejó de ser un tema tabú que había poco menos que esconder bajo el edredón. Sin embargo pese a esta mayor visibilidad y por tanto, normalidad o naturalidad, queda camino por andar.
Por ejemplo, "no, no es normal tener reglas muy dolorosas", afirma a laSexta.com la Dra. Paloma Lobo, presidenta de la Fundación Española de Contracepción (FEC) y ginecóloga del Hospital Universitario Infanta Sofía (S. Sebastián de los Reyes, Madrid).
Y es que durante mucho tiempo se ha creído que la regla dolía mucho y que se tenía porque sí que aguantar ese fuerte dolor y todos los demás síntomas que en muchos casos más severos, suelen aparecer (vómitos, diarreas, dolor de cabeza....). Pero es importante desterrar este mito: no, las reglas dolorosas no son normales.
Es decir, existen diferentes grados de dolor. Como explicamos en este artículo, la regla puede doler y puede haber molestias, pero deben resolverse con un analgésico o con un antinflamatorio y no incapacitarte para hacer tu vida normal. Es decir, la dismenorrea leve y tolerable no es un problema. Pero si hay reglas muy dolorosas, que además incapacitan, es importante consultar con el/la ginecóloga para ver qué está pasando y mejorar el dolor y la calidad de vida de las mujeres que lo sufren.
Según explica la doctora Lobo, dar cifras es complicado porque todo es bastante variable y la gran mayoría de estudios son internacionales. No obstante, "se estima que entre a 45-95% de las mujeres les duele la regla. A la mayoría nos duele, pero no es incapacitante y el dolor responde a un analgésico o a un antinflamatorio. Normalmente, en el grupo de las adolescentes es donde más les duele la regla, es decir, el rango es más amplio: de un 16-93%".
Por otro lado, "los datos de dismenorrea severa, es decir, aquella que es más incapacitante, oscila entre un 10-25%. Otros datos apuntan a alrededor de un 15%. Es realmente variable y no estaría del todo medido. Las reglas muy dolorosas e incapacitantes significan tener dolor durante la menstruación acompañada de otros síntomas como vómitos, cefaleas, diarreas, etc. y que no responde bien con los analgésicos o los antiinflamatorios o los anticonceptivos, como sí ocurre en los otros casos. Son las mujeres que no pueden ir al colegio o al trabajo porque ese dolor les incapacita para hacerlo. A lo mejor no todos los meses pero sí de forma frecuente", añade.
Es importante por ello, que primero estas mujeres estén tratadas, que vayan al médico y que se las estudie correctamente qué tiene, es decir, que se las estudie si tienen dolor primario o dismenorrea primaria y bien un dolor o dismenorrea secundaria. Porque insistimos: no debemos normalizar el dolor fuerte de regla.
Dismenorrea primaria y dismenorrea secundaria
El dolor de regla o dismenorrea se suele clasificar en dos. En primer lugar, y según explica la doctora Lobo, existe lo que se llaman dismenorreas primaria, es decir, aquel dolor de regla que no tiene una causa aparente detrás, ninguna patología.
"Tiene unas características muy definidas: el dolor suele empezar unas horas antes de la menstruación o bien en el inicio de ésta y durar unos tres días, más importante o relevante el dolor durante el primer y el segundo día", explica Lobo.
Además, "este dolor puede radiar hacia la espalda, hacia la parte superior de los muslos y acompañarse, como hemos comentado de otros síntomas como nauseas, vómitos, diarreas… Incluso con problemas para dormir, porque si hay dolor, es mucho más complicado, poder conciliar el sueño", añade la experta.
Normalmente, cuando a las chicas les viene la regla por primer vez, no suele doler sino que el dolor -en las chicas con reglas dolorosas- suele comenzar cuando los ciclos son ovulatorios, que suele ser alrededor de los dos años después de haber tenido su primera menstruación (también llamada menarquia).
Y en segundo lugar, está la dismenorrea secundaria, es decir, aquel dolor que existe porque hay detrás una patología que lo provoca. "La más importante es la endometriosispero también puedes haber otras patologías como la adenomiosis (parecida a la endometriosis pero menos conocida), enfermedad inflamatoria pélvica, miomas, quistes, etc", explica la doctora.
En estos casos y por norma general -continúa explicando- el dolor de regla suele ocurrir más tarde y acompañarse de otros síntomas como por ejemplo sangrado menstrual abundante. "El dolor puede ser más constante y extenderse más allá de los días de la regla. También estas mujeres a veces tienen dolor en mitad del ciclo, dolor en las relaciones sexuales, incluso a veces, al miccionar o al defecar". Normalmente, la dismenorrea primaria suele darse en chicas más jóvenes y sin hijos, mientras que la secundaria suele afectar a chicas o mujeres más mayores.
Así y según expone este informe de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), el dolor de regla o dismenorrea pueda aparecer por tanto, de forma asilada o asociarse con otros síntomas, pero este dolor afecta a la calidad de vida de las mujeres y es causa de absentismo escolar y laboral, así como de consulta médica, afectando no sólo a la parte física de la chica o de la mujer que lo padecen de forma periódico sino también a su área psíquica.
Cómo tratar el dolor de regla
Es fundamental tratar el dolor de regla para mejorar la calidad de vida de las mujeres. "Para tratarlo, es importante antes, hacer una valoración exhaustiva, escuchar a la chica/mujer cuáles son realmente sus síntomas y hacerle una exploración general y ginecológica para ver si estamos ante una dismenorrea primaria o secundaria (si hay quistes, miomas, endometriosis, etc.)", explica Lobo.
"Si vemos que todo el aparato genital interno es normal, diríamos que de entrada, es una dismenorrea primaria. Porque es importante, según la evolución de la chica, ir actualizando esas exploraciones", añade.
Para tratar el dolor, existen fundamentalmente tres tipos de tratamientos. Primero, los cambios en los hábitos de vida: no fumar; hacer ejercicio y llevar una dieta sana. Y si eso no mejora -especialmente en la dismenorrea primaria- estaría la segunda indicación (que debe sumarse a la anterior) que es el tratamiento farmacológico con analgésicos y sobre todo antinflamatorios.
"Esto es importante porque lo que sucede cuando se tiene la regla, es que aumentan las llamadas prostaglandinas, sustancias que se producen en la menstruación que producen contracciones uterinas y dolor y que controlan los antiinflamatorios. De manera que habitualmente, suelen ser bastante eficaces"
Y por último, otro de los tratamientos habituales no solo para el dolor sino para otros síntomas como por ejemplo, la disminución del sangrado menstrual en mujeres que lo tienen abundante o el control de los quistes, de algunos casos de endometriosis, etc. son los métodos anticonceptivos. "Hay que personalizar cada caso, pero los métodos anticonceptivos harán que la regla duela menos, que sea menos abundante y si además la chica es sexualmente activa, puede tener un método anticonceptivo seguro", afirma Lobo.
Es importante que las mujeres tengan esta información sobre la regla, "que sepan que el dolor se puede tratar, que es importante acudir al médico y que en el caso de que los tratamientos no funcionen o que no lo hagan siempre, puede pedir bajas laborales por ello", sostiene la doctora. Ahora, de forma más concreta, según el todavía anteproyecto de la Ley del Aborto -aprobado ayer en el Consejo de Ministros- se incluirían tres días de baja por reglas dolorosas. "Realmente, la primera que no quiere faltar a trabajar es la mujer, de hecho en algunos países que existen permisos parecidos, como por ejemplo Japón, son muy pocas las mujeres que piden estas bajas", sostiene la doctora.
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Por último, cabe destacar que todavía falta investigación en cuestiones de regla y menstruación. "Hay que tener en cuenta que la gran mayoría de investigaciones que hay sobre dismonorrea están publicados en revistas de ginecología y muy pocas en revistas sobre de dolor, cuando en ocasiones, puede ser un síndrome de dolor crónico", apunta Lobo, quien lamenta -y concluye- que "en general, las mujeres siempre han estado infrarepresentadas en algunos estudios científicos de salud donde la prevalencia entre hombres y mujeres es prácticamente igual".