El aceite de ricino es un clásico para las pestañas. ¿Quién no ha escuchado que las hace crecer? Y también para las cejas. Sirve para hidratar la piel en general y tradicionalmente también se ha usado como laxante.
Asimismo, se cree que el aceite de ricino tiene propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas, hidratantes y algunas otras útiles, como cita MedicalNewsToday.
Ya en el antiguo Egipto usaban este aceite vegetal, que se extrae de las semillas de la planta del ricino; y también se sabe que se utilizaba en Asia en la historia antigua.
El aceite de ricino es conocido como tratamiento natural para la caída del cabello y la caspa o para algunos problemas de la piel, las pestañas y la artritis, e incluso sirve de bálsamo para las picaduras de insectos.
¿Qué es el aceite de ricino?
El aceite de ricino es un líquido translúcido con un color amarillento que se obtiene mediante el prensado de las semillas de su planta homónima (el ricino). Está compuesto en un 90% por ácidos grasos (ácido ricinoleico).
Aceite de ricino: propiedades
Se han demostrado beneficios potenciales del aceite de ricino para el rostro y la piel. En concreto, para el tratamiento de psoriasis, dermatitis y acné.
También hay algunos estudios que señalan que el aceite de ricino favorece el crecimiento del cabello, incluidas las pestañas, aunque no hay literatura científica que lo respalde, estudios oficiales como tal pero ¿acaso podemos negar la experiencia y sabiduría de años de madre y abuelas?
Algunos de sus otros beneficios son:
1.Reducir las ojeras: aplica una gota justo debajo de los ojos masajear suavemente.
2.Alivio para la artritis: calienta un poco el aceite y frota sobre las zonas afectadas. Aplícalo con ayuda de un paño para que se absorba mejor.
3.Callos en los pies: el aceite de ricino sirve para ablandar las callosidades y facilitar el proceso de eliminación de la piel muerta. Aplica el aceite directamente sobre el callo y deja la zona cubierta con una venda. Debes repetir el proceso cada noche hasta que el callo reduzca su tamaño o desaparezca por completo.
4.Eliminación de lunares: ¿sabías que este es uno de los usos más comunes del aceite de ricino? El proceso consiste en combinar el aceite con bicarbonato sódico y aplicarlo con una venda sobre el lunar, dejándolo toda la noche y repitiendo el proceso hasta que el lunar se caiga solo.
Cómo aplicar el aceite de ricino en las cejas:
1.La noche es un buen momento para aplicar el aceite de ricino, porque podrás dejarlo actuar muchas horas. Hazlo cada noche. Protege la funda de tu almohada con una toalla para evitar que se manche con el aceite. Siempre es mejor prevenir.
2.Antes de aplicar el aceite de ricino debes limpiar bien las cejas y dejarlas libres de cualquier resto de maquillaje.
3.Para aplicar el aceite de ricino puedes usar un bastoncillo de algodón (si evitas los de plástico y usas biodegradables, mucho mejor) o un cepillo de cejas. Pon una pequeña cantidad y cubre todos los pelos.
4.El siguiente paso consiste en masajear con cuidado la zona para ayudar a que el aceite de ricino penetre bien en las cejas. Si el aceite de ricino entra en contacto con los ojos, lávalos inmediatamente. No será nada agradable así que ten mucho cuidado y haz lo posible por evitarlo.
5.Elimina el aceite de ricino por la mañana con agua tibia o un limpiador suave y recuerda tratar de que no te entre nada en los ojos.
Cómo aplicar el aceite de ricino en las pestañas:
1.Es importante hacer una prueba con el aceite de ricino antes de aplicarlo en las cejas para asegurarse de que no se producirá una reacción alérgica.
2.Se puede mezclar el aceite de ricino con un aceite portador, como el de coco o el de almendras, o utilizarlo solo.
3.Limpia las pestañas para que no haya suciedad ni maquillaje.
4.Impregna un bastoncillo de algodón en una pequeña cantidad de aceite de ricino y pásalo por la parte superior de las pestañas, asegurándote de que no cae en los ojos porque puede ser extremadamente irritante.
5.Aplica el aceite de ricino antes de acostarse y retíralo por la mañana con agua tibia y una toalla limpia.
Contraindicaciones del aceite de ricino:
Como cualquier otro producto, el aceite de ricino puede no sentarle bien a algunas personas. Podría provocar reacciones cutáneas o alergias, así como trastornos intestinales. Los expertos recomiendan que quienes sufran de enfermedades como úlceras, hemorroides, síndrome del intestino irritable, colitis, prolapso rectal o personas que hayan sido operadas recientemente eviten ingerir el aceite de ricino.
También se desaconseja su utilización durante el embarazo o la lactancia, ya que el aceite de ricino es absorbido por el cuerpo y se utiliza médicamente para inducir el parto. Si observas algún signo de que estás teniendo una reacción negativa al aceite de ricino, deja de usarlo inmediatamente. Consulta a un dermatólogo si la reacción no mejora varios días después de haberlo suspendido.