¿Echas de menos el blanco que tenían tus prendas cuando las compraste? Únete al club. Mantener blanca la ropa blanca, valga la redundancia, no es tarea fácil. A veces, incluso aunque sigamos la regla de oro básica (que esperamos que conozcas): lavar lo blanco separado de la ropa de color, las prendas empiezan a amarillear o a tener manchas en algunas zonas como las axilas, cuellos y puños.
Si quieres volver a sentir la sensación de estrenar ropa sin comprar nada nuevo, prueba estos consejos para lavar la ropa blanca a mano y en la lavadora. Tanto si está muy sucia, como si solo necesitas renovar el blanco original de los tejidos. Pero, recuerda que no todos los materiales van a responder del mismo modo y que debes leer siempre las etiquetas para ver las advertencias del fabricante.
Por otro lado, si eres de los que pensaban que para eso de blanquear lo que cualquier prenda siempre estaba la lejía… malas noticias: no podemos tratar todos los tejidos con lejía. Tan solo es apropiada para las prendas fabricadas en algodón, algodón y lino, o en telas que sean de lino puro. No se recomienda su uso en prendas de lana sintética, mezcla de algodón y poliéster ni en prendas de color.
Por qué la ropa blanca se pone gris
Empecemos por el principio. Estos son los principales motivos por los que la ropa blanca y reluciente puede acabar siendo de un triste color gris.
1.Clasificación incorrecta. Mezclar las prendas blancas con las de color. Algunos tipos de tejidos -sobre todo el algodón- no son resistentes al color, por lo que sus moléculas de tinte acaban en el agua de lavado y se depositan en otros tejidos, sobre todo en los blancos y otros claros.
2.Mezclar prendas muy sucias, como los calcetines deportivos o la ropa de entrenar en general, con otras poco sucias, puede provocar la aparición de manchas. En este caso la única medida de protección es poner suficiente detergente para tratar que la suciedad se mantenga en suspensión.
3.La calidad del agua también puede afectar a cómo sale la ropa blanca de la lavadora. El agua cargada de hierro y el agua dura (rica en calcio y magnesio) pueden hacer que los detergentes sean menos eficaces y dejar manchas.
4.Sobrecargar la lavadora. Esto impide que la ropa se mueva libremente en la lavadora y que la suciedad no se elimine eficazmente. Te recomendamos que no llenes el tambor más de tres cuartos de su capacidad.
5. Usar perfumes o desodorantes sobre la ropa blanca. Mucho cuidado porque suelen dejar una marca.
Trucos caseros para blanquear la ropa
1.Limón: blanquea tus prendas amarillentas poniéndolas a remojo con cítricos. La empresaria experta en limpieza Martha Stewart recomendaba en su blog hervir la ropa blanca con limones o zumo de limón, subir el fuego hasta que el agua hierba y dejarla en remojo durante una hora.
2.Sol: después de lavar la ropa, sáltate el ciclo de secado. En lugar de hacer sufrir las prendas con un calor súper alto, ponlas al sol para blanquearlas de forma natural. El sol blanqueará tu ropa sin el olor y el peligro de la lejía.
3.Vinagre: consigue que tu ropa blanca vuelva a ser blanca añadiendo un poco de vinagre blanco durante el ciclo de lavado. El vinagre blanco incluso suaviza los tejidos, devolviendo el brillo y la comodidad a tu ropa. Agrega entre media y una taza de vinagre destilado al detergente para lavadora. Programa el lavado. Si hay manchas difíciles, aplica vinagre sobre la zona afectada y déjalo actuar una hora antes de enjuagarlo.
4.Bórax: un poco de bórax puede servir para aumentar la eficacia del detergente habitual para la ropa, haciéndolo más efectivo para restaurar la limpieza y el color. Además, es un añadido que elimina los residuos de las manchas y también ablanda el agua.
5.Agua oxigenada: En un barreño con agua añade agua oxigenada de 30 volúmenes. Sumerge en esa mezcla las prendas y déjala actuar durante dos horas. Después, enjuágalas y lávalas.
6.Leche cruda: ciertas tradiciones señalan que leche cruda ayuda a blanquear y suavizar los tejidos. Nosotros aún no lo hemos probado.
Consejos para lavar la ropa blanca en la lavadora
Una vez vistos los consejos generales sobre cómo evitar que las prendas blancas pierdan su color, pasamos a adentrarnos en las buenas prácticas que tienen que ver con el lavado en la lavadora. Unas pocas precauciones bastarán para marcar un antes y un después.
Además de separar por colores es importante separar según sea el tipo de tejido que vayamos a lavar. Según recoge Siemens:
• Ropa blanca delicada. Cuando el concepto 'delicado' entra en juego se hace más necesario aumentar las precauciones. Blusas, camisas o ropa interior requieren -generalmente- agua fría a menos de 30º y un programa delicado que emplee un ciclo suave de lavado.
• Ropa blanca normal. Las prendas de algodón o sintéticas, por ejemplo, no requieren un tratamiento especial. Basta con emplear un programa adecuado al tipo de tejido. No olvides que si detectas alguna mancha complicada es aconsejable pretratarla.
• Toallas, sábanas y calcetines. Para tener la completa seguridad de que este tipo de prendas se desinfectan correctamente, lo mejor es lavarlas a temperaturas altas. En cualquier caso, nosotros te recomendamos que nunca laves conjuntamente sábanas y toallas, ya que estás últimas desprenden pelusas que son relativamente difíciles de eliminar del resto de prendas.
Consejos para lavar la ropa blanca a mano
En muchas ocasiones este proceso se tratará en realidad de un prelavado. Puede ser que la ropa blanca que necesites lavar esté muy sucia y en ese caso tengas que tratar primer las manchas. Para ellos utiliza alguno de los remedios caseros mencionados antes. Si el tejido lo permite y no te da miedo que termine por amarillear, puedes usar un poco de lejía.
Para lavar a mano, puedes usar una pila, barreño o balde. Una bañera o el lavabo. Cada cual recurre al lugar disponible o el que le parece más cómodo. Recuerda, por favor, no escurrir demasiado la ropa ni retorcerla. Y, sobre todo, que siempre es mejor prevenir el deterioro de la prenda que recuperar su blancura. ¡Suerte!