La Semana Santa, además de sus procesiones, trae consigo uno de los platos estrella de la gastronomía española. Simple, pero rotundo y repleto de devotos: las torrijas. Cada año, sea Viernes de Dolores, Domingo de Ramos, Jueves Santo o Lunes de Pascua, estas deliciosas y tradicionales rebanadas de pan empapadas en leche, canela y azúcar se colocan en la mesa de millones de españoles. Se cree que las torrijas podrían ser uno de los dulces más antiguos de los que hay constancia, ya que el libro 'De re coquinaria', escrito por el romano Marco Gavio Apicius alrededor del siglo V, recoge dos recetas similares a las torrijas de hoy en día.

Tan popular es este dulce en Cuaresma y Semana Santa que más allá de las tradicionales de pastelería, ya son muchos los supermercados que las venden —aunque no todas son óptimas, por supuesto—. Si tu opción no es cocinar puedes elegir alguna de entre las mejores torrijas de supermercado, o las de pastelería que, aunque son más caras, también son más sanas. Pero si eres de los que prefiere hacer las torrijas en casa, quédate aquí. Porque hacer torrijas no es complicado, pero ¿sabes cómo debe estar el pan para unas torrijas perfectas?

Cómo tiene que estar el pan para hacer torrijas de Semana Santa

El pan ideal para elaborar torrijas de Semana Santa debe ser un pan especial para torrijas, con una textura firme y ligeramente seca. Es recomendable utilizar pan del día anterior o incluso de dos días atrás, ya que esto facilitará la absorción de la leche y los demás ingredientes sin desmoronarse. Un pan demasiado fresco se romperá fácilmente al empaparse, mientras que un pan muy duro no logrará absorber adecuadamente la leche.

¿Por qué se comen torrijas en Semana Santa?

Las torrijas son un postre típico en España durante la Semana Santa, aunque no hay ningún documento que las asocie directamente con esta festividad religiosa. Al parecer, las torrijas aparecieron como un alimento para los pobres, ya que eran una opción económica para recuperar fuerzas.

Durante la postguerra, se popularizaron en Semana Santa debido a que no se podía consumir carne en ese período, por lo que las torrijas se convirtieron en una fuente de energía y un alimento que llenaba el estómago. Por cierto, te dejamos este artículo sobrecuándo no se puede comer carne en Semana Santa.

La torrija es uno de los postres más antiguos que conocemos y que su origen se remonta a la época romana. De hecho, la primera referencia que tenemos de una receta parecida está en la obra de Apicio, un gastrónomo romano que se dedicó a compilar en un libro diferentes recetas latinas, entre ellas este postre. En su versión, la rebanada de pan se sumergía únicamente en leche y no se hacía mención al huevo.

No fue hasta el siglo XV cuando aparecieron las primeras torrijas tal y como las conocemos hoy, con leche y huevo. Curiosamente, según cuentan los escritos, allá por el año 1600 la receta era utilizada para aliviar a las parturientas a dar a luz y a favorecer su recuperación postparto.

Aunque no se sabe exactamente cuándo ni por qué se asoció las torrijas con la Cuaresma y la Semana Santa, los expertos piensan que se debía a la necesidad de aprovechar el pan sobrante durante el tiempo en que no se podía comer carne y por su capacidad para llenar el estómago sin ofender las creencias religiosas.

Foto archivo torrijas

¿Cuál es el origen de las torrijas?

Tal y como hemos mencionado, el libro de Marco Gavio Apicius introdujo una receta similar a la de las torrijas en su libro 'De re coquinaria'. Concretamente, es en el séptimo capítulo donde menciona dos fórmulas para elaborar el 'aliter dulcia', lo que significa 'otro tipo de dulce'.

El autor de la obra dice así: "Toma buenos panecillos de mosto africanos, sin corteza, y ponlos en leche. Cuando estén remojados mételos en el horno sin que se sequen. Sácalos calientes, pínchalos y úntalos con miel para que empape. Espolvorea con pimienta y sirve".

El libro también explica otra receta en la que se debe coger el pan, quitarle la corteza y cortar trozos grandes para después remojarlos en leche y freírlos en aceite.

Cómo se hacen las torrijas de Semana Santa toda la vida

Para esta receta de torrijas necesitarás los siguientes ingredientes:

  • Pan especial para torrijas
  • 1 litro de leche
  • 2 huevos
  • 200 g de azúcar
  • 1 rama de canela
  • Canela en polvo
  • Aceite de girasol

Procedimiento

1. Corta el pan especial en rebanadas de aproximadamente 2 o 3 centímetros y resérvalas. Luego, calienta la leche en un cazo sin que llegue a hervir. Añade la astilla de canela y permite que libere su aroma en la leche. Retira del fuego.

2. Deja reposar la leche hasta alcanzar una temperatura tibia. Mientras tanto, rompe los huevos en un tazón y bátelos enérgicamente. Después, vierte la leche en una fuente honda. Calienta suficiente aceite en una sartén a fuego medio. Mientras se calienta, sumerge las rebanadas de pan en la leche. Asegúrate de que se empapen bien, pero ten cuidado de no romper el pan.

3. Una vez empapadas, pasa las torrijas por el huevo batido en ambos lados. Cuando el aceite esté caliente, fríe las torrijas por ambos lados hasta que estén bien doradas. Al estar listas, colócalas en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

4. A continuación, combina algo de azúcar con canela en polvo en un plato. Mientras las torrijas aún estén calientes, pásalas por la mezcla y colócalas en una bandeja para servir. Un consejo final: para disfrutar aún más de estas torrijas, acompáñalas con un poco de miel.