Diarrea, vómitos o sudoración. Estas son tres de las causas frecuentes de deshidratación. Unas tres cuartas partes del cuerpo humano son agua, de modo que mantenerla en un nivel adecuado es muy importante. La deshidratación se produce cuando el cuerpo pierde más líquido del que ingiere y esto ocurre, en mayor medida, en periodos de altas temperaturas.
La deshidratación puede llegar a ocurrir sin sentir sed, de modo que saber cuáles son los síntomas de la deshidratación y entender si una persona está bien hidratada puede salvar vidas.
Cuando se reduce el contenido normal de agua del cuerpo, se altera el equilibrio de los minerales (sales y azúcar) en el organismo, lo que afecta a su funcionamiento.
El agua que constituye el cuerpo humano sano tiene múltiples funciones como la de lubricar las articulaciones y los ojos, facilitar la digestión, eliminar los residuos y las toxinas o mantener la piel sana.
El mecanismo de la deshidratación
¿Sabes qué le sucede al cuerpo cuando se deshidrata? Un dato curioso es que cuando se siente la sed es que ya hay deshidratación, porque el mecanismo de sed va por detrás del nivel real de hidratación. Perder agua corporal sin reponerla hace que la sangre se concentre más. Esto acelera el ritmo cardíaco para mantener la presión sanguínea y que los riñones retengan agua (de ahí la disminución de la micción).
A su vez, una menor cantidad de agua en el organismo dificulta la capacidad de este para regular la temperatura corporal, lo que puede provocar hipertermia, es decir, una temperatura corporal muy superior a la normal. Y como los niveles de líquido en el cerebro disminuyen, esta situación afecta al estado de ánimo, la memoria y la coordinación.
Causas de la deshidratación
La deshidratación se produce por no beber suficiente líquido o por perderlo. Las maneras de perder el líquido que se ingiere son a través del sudor, las lágrimas, los vómitos, la orina o la diarrea. La deshidratación puede ser más o menos grave, en función de diversos factores, como la dieta, la actividad física o el clima.
Qué hace perder líquidos en exceso
- Sudoración excesiva, por ejemplo, a causa del ejercicio en un clima cálido
- Fiebre
- Vómitos o diarrea
- Orinar demasiado (la diabetes no controlada o algunos medicamentos, como los diuréticos, pueden provocar esta situación).
Qué hace no tomar suficientes líquidos:
- No tiene ganas de comer o beber porque estás enfermo
- Las náuseas
- Tener dolor de garganta o úlceras bucales
Personas con factores de riesgo para sufrir deshidratación
Los grupos de personas con mayor riesgo de sufrir deshidratación son los siguientes. Presta especial atención a los primeros síntomas, de los que hablaremos más adelante.
- Bebés y niños pequeños: su bajo peso les hace sensibles incluso a pequeñas pérdidas de líquidos.
- Ancianos: pueden ser menos conscientes de que se están deshidratando y necesitan beber.
- Personas con una enfermedad prolongada, como la diabetes o el alcoholismo.
- Deportistas: pueden perder una gran cantidad de líquido a través del sudor cuando hacen ejercicio.
Signos y síntomas de la deshidratación
Si te preguntas cómo saber si estás deshidratado, tienes que saber que la sed ya es una señal. Hay que permanecer alerta a los síntomas de deshidratación, que puede darse en un nivel leve, moderado o grave, según el peso que se pierda a través de los líquidos, en especial en las personas con más riesgo de deshidratación. Estas son los adultos mayores y los bebés y niños, además de los enfermos.
Entre los primeros síntomas de la deshidratación encontramos la sed y la orina de color amarillo oscuro. De esta forma, el cuerpo intenta decirnos que tomemos más agua.
Otros síntomas de deshidratación pueden ser:
- mareo o aturdimiento
- dolor de cabeza
- cansancio
- sequedad en boca, labios y ojos
- orinar de color oscuro y menos de tres o cuatro veces al día
La deshidratación también puede provocar una pérdida de fuerza y resistencia. Es una de las principales causas del agotamiento por calor. En esta fase estaríamos a tiempo de revertir la deshidratación sin mayores problemas bebiendo más líquidos.
Pero si la deshidratación es continua (crónica), esta situación puede afectar a la función renal y aumentar el riesgo de cálculos o piedras. También puede llegar a provocar daños musculares y estreñimiento, según NHSinform.
¿Qué pasa si tomas demasiada agua?
Puede dar el caso contrario, que haya un exceso de agua en el organismo y se produzca la llamada hiponatremia. En concreto, la hiponatremia se origina cuando hay niveles bajos de sodio (sal) en la sangre. Esta situación se puede dar si se bebe demasiada agua en un periodo corto de tiempo. Esta situación a veces afecta a deportistas cuyo nivel de sodio en sangre se reduce a través del sudor y luego se diluye al beber grandes cantidades de agua. Los síntomas de la hiponatremia incluyen náuseas, vómitos y dolor de cabeza. En los casos graves, el cerebro puede inflamarse, provocando confusión, convulsiones, coma y, en raras ocasiones, la muerte.
¿Cuándo pedir asistencia médica por deshidratación?
Algunos casos de deshidratación se pueden tratar en casa. Pero a veces los adultos y los niños pueden necesitar ir al médico o a un servicio de urgencias si tienen una enfermedad relacionada con el calor o si ha contraído un virus que le provoca vómitos y/o diarreas que no remiten.
La ventaja es que los hospitales pueden introducir líquido por "vía intravenosa" (VI), que permite que el líquido vaya directamente a las partes del cuerpo que más lo necesiten.
La deshidratación puede ser un problema de salud grave, que derive en complicaciones importante que necesitan tratamiento médico inmediato, como las siguientes que recoge MayoClinic:
- Lesión por calor. Si no tomas el líquido suficiente cuando estás haciendo actividad física y transpiras mucho, puedes tener una lesión por calor. La gravedad de este puede ir desde calambres musculares leves hasta agotamiento o un golpe de calor que puede matarte.
- Problemas renales y urinarios: infecciones urinarias, cálculos renales e, incluso, insuficiencia renal.
- Convulsiones. Los electrolitos —como el potasio y el sodio— ayudan a llevar las señales eléctricas de una célula a la otra. Si están desbalanceados, la señal eléctrica normal puede mezclarse, lo que puede producir contracciones musculares involuntarias y a veces pérdida de conciencia.
- Choque por volumen sanguíneo bajo (choque hipovolémico). Esta es una de las complicaciones más graves y puede poner en riesgo tu vida. Ocurre cuando un volumen bajo de sangre provoca una disminución en la presión arterial y oxígeno del cuerpo.
Cómo se trata la deshidratación
El único tratamiento eficaz para la deshidratación consiste en sustituir los líquidos y electrolitos perdidos. Simple. La mejor manera de hacerlo depende de la edad, la gravedad de la deshidratación y su causa.
→ Para bebés y niños que se deshidratan a causa de diarrea, vómitos o fiebre: se suele indicar que tomen una solución de rehidratación de administración oral de venta libre en farmacias. Estas soluciones contienen agua y sales en cantidades específicas para reponer tanto los líquidos como los electrolitos.
→ Adultos: la mayoría de los adultos con deshidratación leve a moderada por diarrea, vómitos o fiebre puede tratar su afección bebiendo más agua u otros líquidos. Recuerda que los zumos de fruta y los refrescos pueden empeorar la diarrea. Si trabajas o haces ejercicio al aire libre cuando hace calor o hay humedad, el agua fresca es la mejor opción.
→En el caso de sufrir deshidratación grave hay que recibir ayuda médica de manera urgente. Sigue leyendo para conocer los síntomas de la deshidratación severa.
Síntomas de la deshidratación severa
- Sed extrema
- Sentirse inusualmente cansado (letárgico) o confuso
- Piel seca y arrugada
- Ojos hundidos
- Ausencia de sudor
- Piel y labios secos
- Presencia de ojeras
- Fiebre baja y constante
- Disminución del latido cardíaco
- Llanto sin lágrimas
- Delirio
- No orinar durante ocho horas
- Mareos al levantarse que no desaparecen
Cómo prevenir la deshidratación
1.Bebe mucha agua. Existen aplicaciones para móviles que te recuerdan cada cierto tiempo que ya es hora de beber algo.
2.Come alimentos con gran cantidad de agua, como frutas y verduras. Ricas e hidratantes. La sandía, el melón y las fresas se encuentran entre las frutas con mayor contenido de agua. Otras frutas con mayor contenido en agua son las frambuesas, las ciruelas, los melocotones, las manzanas, las peras, los pepinos y las uvas.
3.Evita o limita las bebidas con cafeína, los refrescos y el alcohol. El alcohol, por ejemplo, es un diurético, lo que significa que hace que tu cuerpo elimine líquidos de la sangre. Si bebes alcohol, asegúrate de combinarlo con agua para evitar la deshidratación.
4.Vigila tu orina. Puede parecer poco divertido vigilar el chorro de orina, pero hacerlo puede ayudarte a prevenir la deshidratación. Si es demasiado oscuro ya sabes que no estás bebiendo todo lo que deberías.
5.Cuidado con el sol. Protégete en la sombra y usa sombrero, gafas de sol y protección solar. Una ducha fresca o un remojo también pueden ayudar a reducir la temperatura del cuerpo cuando has estado expuesto al sol más de lo que deberías.
6.Toma bebidas con electrolitos para ayudar a compensar las pérdidas.