Desde hace años, el azúcar se ha convertido en una especie de apestado. Todo el mundo parece querer librarse de él. Hay dietas sin azúcar, programas para deshabituarse de su consumo, como side una droga se tratase. Sin embargo, la glucosa es esencial para la supervivencia del cuerpo y, de hecho, la encontramos en casi todos los alimentos.

Lo cierto es que la ingesta media de azúcares totales en la población española es de 71,5 gramos por día (mediana) o 76,3 gramos por día (media), según un estudio. Para algunos esta cantidad es excesiva, y recomiendan reducir los azúcares añadidos para evitar el riesgo de obesidad y diabetes.

En medio de la tendencia anti azúcar, la panela, que es un azúcar con algunas propiedades distintas que el azúcar blanco refinado común, se erige como una posible alternativa menos dañina. En este artículo te contamos qué es la panela y sus ventajas.

Qué es la panela

La panela es un tipo de azúcar integral no refinado, producido a partir del jugo de la caña de azúcar (guarapo). En su elaboración no se eliminan la melaza ni los nutrientes, lo que la hace más nutritiva que los azúcares refinados. Contiene minerales como hierro, calcio y magnesio, y vitaminas como la C y B6.

A diferencia del blanco del azúcar refinado, la panela tiene un color oscuro que suele interpretarse como que es 'más sano y natural'. Sin embargo, se debe únicamente a que permanecen las impurezas naturalmente presentes en el jugo de caña y su cocción porque no se refina.

La panela es consumida mayoritariamente en América Latina y países del Caribe, pero en España su popularidad es reciente. No obstante, la panela ha sido consumida de manera tradicional en las Islas Canarias desde hace siglos, en especial de la isla de la Palma, donde se denomina rapadura.

Tiene un sabor suave a caramelo y es muy popular en la cocina tradicional de varios países tanto por su valor nutricional como por su versatilidad para endulzar alimentos y bebidas.

Los principales productores de panela del mundo son La India, seguida por Colombia y México.

Cómo se hace la panela

La panela se obtiene a partir de la evaporación, concentración y cristalización del jugo de la caña de azúcar madura. Hay que cocer el jugo a altas temperaturas hasta formar una melaza densa, para después pasarla a unos moldes en forma de prisma donde se deja secar hasta que se solidifique o cuaje.

Existen tres tipos de presentación de la panela, la que está en bloque, la granulada y en polvo. Esta segunda es la más común para los consumidores finales. Para obtenerla, se bate la melaza. Esta presentación es más cómoda de dosificar que la panela en bloque y, además, es más fácil de disolver.

Beneficios de la panela

La panela se considera una alternativa saludable al azúcar refinado, e incluso algunas informaciones señalan que podría ser beneficiosa para el sistema inmunológico (por sus antioxidantes y compuestos fenólicos) y la digestión (porque tiene algo de fibra).

La principal ventaja de la panela es que conserva muchos de los nutrientes originales de la caña de azúcar, debido a su proceso de elaboración mínimamente invasivo. Por el contrario, el proceso de refinado del azúcar blanco elimina la mayoría de sus componentes nutritivos, mientras que la panela retiene una interesante variedad de vitaminas y minerales como: calcio, hierro, potasio y las vitaminas del complejo B.

Además, algunos estudios sugieren que los compuestos presentes en la panela podrían tener propiedades prebióticas, fomentando el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino y promoviendo una mejor salud digestiva en general.

La panela no es la panacea

Es importante destacar que, a pesar de sus beneficios potenciales, la panela sigue siendo una forma de azúcar y debe consumirse con moderación. Los expertos en nutrición recomiendan utilizar la panela como un sustituto ocasional del azúcar refinado, pero no como una solución milagrosa para una dieta saludable.

El contenido calórico de la panela es similar al del azúcar blanco, por lo que un consumo excesivo podría contribuir al aumento de peso y otros problemas de salud asociados.

Manuel Moñino, dietista-nutricionista y miembro del Centro de Análisis de la Evidencia Científica de la Academia Española de Nutrición y Dietética, advierte que los nutrientes de la panela están presentes en cantidades tan pequeñas, que para obtener un aporte significativo habría que consumir grandes cantidades, lo cual no es recomendable.

Es decir, consumir grandes cantidades para que llegue a aportar nutrientes supondría un riesgo para la salud "y una falta de eficiencia nutricional. Otros alimentos, como los lácteos, frutos secos, legumbres o las frutas y hortalizas, aportan esos nutrientes en cantidades significativamente mayores, y en porciones con sentido dietético".

En conclusión, el consumo responsable de la panela puede aportar variedad y nutrientes adicionales a la dieta, pero no debe considerarse como una licencia para aumentar el consumo general de azúcar en la alimentación diaria.