Hipotecas. Las hipotecas son eso que cuando no te lo dan lo deseas, pero cuando lo tienes quieres quitártelo de encima cuanto antes.
Estos préstamos a los que no todo el mundo puede acceder, porque dependen del perfil crediticio del solicitante, cuyo pago está garantizado por el valor de un inmueble, son un sueño para muchos.
Sin hipoteca es casi imposible para el común de los mortales comprar una casa. Y debido a que la mayoría de las hipotecas no financian el 100% del precio de la vivienda ni los gastos de la compraventa, la realidad es que comprar es cada vez más complicado.
Por cierto, aunque la finalidad principal de un préstamo hipotecario suele ser la compra de una vivienda, también puede utilizarse para financiar su construcción, ampliación o rehabilitación.
¿Qué es una hipoteca?
Una hipoteca es un producto bancario por el que el cliente recibe un dinero (capital del préstamo) por parte de una entidad de crédito (prestamista), con el compromiso de devolverlo, junto con los intereses correspondientes, en pagos periódicos (cuotas). La clave que diferencia a las hipotecas con otro tipo de préstamos es que cuenta con una garantía adicional: el inmueble adquirido.
Los préstamos hipotecarios tienen dos elementos fundamentales:
1. El contrato: aparecen las obligaciones del deudor y las condiciones del préstamo, así como el plazo de devolución, las cuotas y el sistema de amortización.
2. La garantía hipotecaria: estipula que, en caso de impago, el prestamista puede hacerse con la propiedad del bien hipotecado (la vivienda).
Para establecer de cuánto dinero puede ser el préstamo, se tienen en cuenta dos factores, según BBVA. Es decir, la cuantía del préstamo, pero también el plazo de amortización y la cuota resultante se limitarán según:
El valor de tasación de la vivienda, que no se debe confundir con el valor de compraventa del inmueble. El máximo del préstamo hipotecario no superará el 100% del valor de tasación. Algunas entidades solo hasta el 80% o incluso el 60% de valor.
La capacidad de endeudamiento del solicitante. Las entidades financieras realizan un estudio de los ingresos y gastos del solicitante para valorar con qué cantidad de dinero cuenta al mes para pagar la hipoteca. Lo ideal es que la cuota mensual no sea mayor del 30-35% de los ingresos mensuales menos los gastos. Se recomienda tener ahorrado al menos el 20-25% del valor total de la vivienda y un 10% para los gastos asociados.
Cuando contratas una hipoteca, firmas una relación con el banco que presumiblemente durará muchos años, aunque siempre puedes cambiar de entidad (entérate de si debes pagar comisiones llegado tal caso).
Además, puede que, para reducir el tipo de interés que se te aplica, tengas algún producto vinculado a tu hipoteca, como un seguro de hogar o de vida.
Hasta ahora, todo es pagar. No obstante, en algunas ocasiones la hipoteca desgrava.
¿Qué hipotecas desgravan?
Desgravar significa que podemos deducirnos un impuesto o tasa sobre determinados productos, siempre según lo establecido por la Administración.
En el caso de los préstamos hipotecarios, se puede desgravar un porcentaje de este, siempre y cuando, se cumplan los siguientes requisitos:
1. La hipoteca se debe haber firmado con una entidad antes de enero del año 2013. La deducción por inversión en la residencia habitual para la declaración se suprimió el 1 de enero de 2022.
2. Haber aplicado la deducción para desgravar la hipoteca en el ejercicio de 2012 o de años anteriores.
En caso de cumplir esas dos condiciones, se puede desgravar "hasta un 15% sobre un máximo anual amortizado de 9.040 euros". Una deducción que se puede conseguir al sumar el tramo estatal (7,5%) y el tramo autonómico (de hasta el 7,5%).
Hay que tener en cuenta también que, si la hipoteca es para una segunda residencia, no desgrava. Tampoco lo hace si la vivienda está alquilada a terceros. Tiene que ser una vivienda habitual. Pero, ¿qué se considera una vivienda habitual? Es aquella en la que el contribuyente resida durante un plazo continuado de, por lo menos, tres años, según el Santander.
350.000 euros en efectivo
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El comisionista de la trama Koldo ha puesto el ventilador contra el Gobierno de Sánchez hablando de pagos de comisiones de 400.000 euros para Ábalos y de 200.000 a Koldo García. También ha hablado de comisiones para Santos Cerdán.