Las paredes de una casa no son algo menor. El color marca el ambiente del hogar, pero también la textura tiene mucho que decir. El famoso gotelé nos transporta a otra época y hay quien quiere pasar página. Alisar las paredes tú mismo es laborioso, pero posible. Ármate de paciencia para quitar el gotelé y lo tendrás hecho.
Antes de retirarlo, quizás te interese conocer el origen del gotelé, nombre que proviene de la palabra francesa goutte o gouttettle, que quiere decir gota. Esta técnica de pintura consistente en esparcir pintura (normalmente, pintura al temple) más espesa de lo habitual, para que salgan gotas o grumos de material que produzcan una superficie con el característico acabado grumoso.
El gotelé empezó a utilizarse en España en los años 60 durante un boom de la construcción. Al principio, el gotelé se hacía con una escobilla o máquina manual que tenía forma de bombo. Poco después aparecieron pistolas con compresor con las que se conseguía por fin dar uniformidad en las paredes. También se podía elegir el tamaño de la gota del gotelé en función de la potencia del compresor, a más potencia, la gota era más pequeña.
Esta técnica era perfecta para disimular imperfecciones y además parecía decorativa. De hecho, lo fue hasta alrededor del año 2000 cuando empezó a verse como algo que estaba desfasado. No obstante, hoy en día hay quien lo vuelve a poner como homenaje a aquellos tiempos.
Cómo quitar el gotelé
Para eliminar el gotelé de las paredes lo primero es saber qué tipo de pintura es. La mayoría suele ser temple, pero también puede ser acrílica. Para descubrir qué tipo de gotelé tiene la pared raspa un trozo y ponlo en un vaso con agua. Si empieza a disolverse es que se trata de pintura al temple. De lo contrario, si cae al fondo, será pintura acrílica o plástica.
Antes empezar a trabajar debes preparar la zona a conciencia porque alisar las paredes ensucia mucho y generaras una enorme cantidad de polvo. Retira o cubre bien todos los muebles y objetos, ventajas, enchufes… todo. Prepara también el material para tenerlo a mano y protégete. Como mínimo necesitarás mascarilla, gafas y aguantes.
Alisar una pared o quitar gotelé al temple
Este tipo de gotelé, que también se llama estucado normal, es el más sencillo de eliminar. Es el típico que se daña fácilmente y que cuando pasas la mano por la pared te deja un poco de pintura.
1. Humedece la pared con agua. No hace falta que chorree, pero sí que cambien un poco de color, lo cual indica que ya está húmeda. Te recomendamos que utilices un pulverizador y vayas poco a poco cubriendo zona de un metro cuadrado.
2. Raspa con la espátula de abajo arriba. Puedes usar una espátula de entre 5 y 6 centímetros de ancho. Ve mojando y quitando todo el gotelé con cuidado de no dejar marcas en la pared con la espátula.
Alisar pared con gotelé plástico
1. Para quitarlo el gotelé acrílico o plástico se puede usar un producto decapante para relieves que ablande la pintura y así para poder rascarlo con una espátula. Una vez eliminado, hay que lijar los desperfectos que puedan haber quedado y poner masilla donde sea necesario alisar la pared.
2. Para cubrir el gotelé acrílico existen en el mercado algunos productos específicos llamados pasta cubre gotelé, que sirven, pero solo en el caso de que grumos sean muy grandes y, pese a todo, hay que lijar ligeramente la pared antes de aplicar el producto. La pasta debe aplicarse con el rodillo en sentido vertical, horizontal y diagonal. Usa una llana para limpiar los bordes antes de que se seque y, una vez que pasta se haya secado, lija para alisar. Si es necesario puedes poner una segunda capa para lograr que la pared quede más lisa.
¡Enhorabuena por lo que has conseguido! Recuerda que si quieres pintar la pared, primero tendrás que sellarla. Para ello, puedes pintarla de blanco con pintura muy diluida o con un producto de imprimación.