La embajada de Israel, representante de un país liderado por ultraortodoxos e integristas, se ha creído con el derecho de llamar la atención a los ministros del gobierno de España de Unidas Podemos por sus declaraciones sobre la matanza indiscriminada que su país está cometiendo en Gaza. Una banda de fascistas sionistas queriendo darnos lecciones en España de democracia y derechos humanos. Los discursos, las palabras y los hechos que Israel está llevando a cabo son una demostración de cómo funciona el fascismo. La línea del gobierno israelí está clara, propaganda con mentiras para promover la deshumanización del adversario y la erradicación de la población gazatí mediante la violencia más extrema. Son solo animales, deben ser erradicados. Los crímenes de guerra de Israel de esta semana contra la población civil de Gaza están siendo cometidos por Benjamin Netanyahu, líder del Likud, un partido con una historia manchada de sangre que el presidente de Israel está empeñado en honrar con su actuación presente.
En diciembre de 1948 Albert Einstein y Hannah Arendt, junto con otras personalidades judías, enviaban una carta al New York Times en la que denunciaban los crímenes que las organizaciones sionistas terroristas cometían contra la población palestina y definían la ideología sionista radical del Irgún y el Lejín como fascismo. Las personalidades judías que firmaban el texto estaban preocupadas por el modo en que era recibido en EEUU Menahem Begin, líder del partido Herut, en su intento por lograr financiación del sionismo internacional para lograr crear el estado de Israel.
Decía la carta: "Uno de los fenómenos políticos más inquietantes de nuestro tiempo es la aparición en el recién creado estado de Israel del "Partido de la Libertad" (Tnuat Haherut), un partido político muy parecido en su organización, métodos, filosofía política y atractivo social a los partidos nazi y fascista. Se formó a partir de los miembros y seguidores del antiguo Irgun Zvai Leumi, una organización terrorista, derechista y chovinista de Palestina".
En realidad, Albert Einstein y el resto de firmantes iban más allá y no dudaban de calificar como nazi y fascista al partido Tnuat Haherut, que es el Herut, que luego pasaría a llamarse Likud en 1988. El Likud, hermanado actualmente con VOX, es el partido que hoy lidera la coalición integrista de Israel que está masacrando y exterminando al pueblo de Gaza. El Irgún era una organización paramilitar terrorista que durante el mandato británico cometió atentados terroristas y masacres contra población civil palestina. El líder del Irgún era Menahem Begin, y fue su visita a EEUU antes de las elecciones en Israel lo que motivó la carta de Albert Einstein y Hanna Arendt al New York Times. Sobre Menahem Begin las palabras de la misiva no eran más amables: "Es inconcebible que quienes se oponen al fascismo en todo el mundo, si están correctamente informados sobre el historial político y las perspectivas del Sr. Begin, puedan sumar sus nombres y su apoyo al movimiento que él representa".
En el año 1946, el Irgún de Menahem Begin fue el responsable del mayor atentado de la época al volar el Hotel King David de Jerusalem causando 92 muertos y 46 heridos, sin que eso le provocara ningún tipo de problema para relacionarse con EEUU en una visita oficial dos años después. Además, fue responsable junto con el Lejín de la mayor masacre contra población civil palestina de la que se tiene constancia antes de la constitución del ejército de Israel, porque todos los terroristas del Irgún acabarían integrados en el Tzahal, así se llama al ejército, en septiembre de 1948. La masacre de Sabra y Shatila en 1982 superó en crueldad la de Deir Yassin, ya con el ejército como parte de la acción criminal.
Así explicaba la carta de Albert Einstein la masacre de Deir Yassin: "Este pueblo, alejado de las carreteras principales y rodeado de tierras judías, no había tomado parte en la guerra, e incluso había luchado contra bandas árabes que querían utilizar el pueblo como base. El 9 de abril, bandas terroristas atacaron esta pacífica aldea, que no era objetivo militar en los combates, mataron a la mayoría de sus habitantes, 240 hombres, mujeres y niños, y mantuvieron con vida a algunos de ellos para hacerlos desfilar como cautivos por las calles de Jerusalén. La mayor parte de la comunidad judía se horrorizó ante el hecho, y la Agencia Judía envió un telegrama de disculpa al rey Abdullah de Transjordania. Pero los terroristas, lejos de avergonzarse de su acto, estaban orgullosos de esta masacre, le dieron amplia publicidad e invitaron a todos los corresponsales extranjeros presentes en el país a ver los cadáveres amontonados y el caos general en Deir Yassin. El incidente de Deir Yassin ejemplifica el carácter y las acciones del Partido de la Libertad".
Menahem Begin fue primer ministro de Israel de 1977 a 1983 y recibió el premio Nobel de la Paz en 1978 por los acuerdos de Camp David con Muhammad Anwar Al-Sadat. La comunidad internacional en occidente olvida con facilidad la biografía de un sanguinario terrorista si es sionista, al Likud no se le olvida cómo ser un partido fascista que actúa como si tuviera como objetivo último el exterminio del pueblo palestino. Netanyahu es digno heredero de Begin. La masacre de Gaza continúa.