Soy español, nací en una ciudad dormitorio del sur de Madrid. No fue una elección, el azar me ubicó en ese lugar del mundo y para mí no es más que una característica geográfica de mi biografía. Pero esa condición, ser español, adquirida por haber nacido en un barrio obrero de una ciudad humilde del sur de Madrid me determina y degrada para opinar de acuerdos fiscales regresivos. Si eres de izquierdas y español chitón y aceptar tu inferioridad manifiesta para comprender la superioridad política de quien dicta tu bienestar desde las elites catalanas. A callar y a leer a Pi y Margall.

Uno de los insultos, así lo entienden ellos, más habitual del mundo independentista catalán, a derechas e izquierdas, sobre cualquier opinión que disienta de su proyecto etnicista e insolidario es una frase apócrifa de Josep Pla que repiten como un lorito cada vez que alguien de izquierdas nacido en España se atreve a cuestionar el progresismo de su relato, medidas y plan: "Nada se parece más a un español de derechas que un español de izquierdas". Josep Pla nunca dijo tal cosa, pero el hecho de usarla atribuyéndosela a Pla es una declaración política de peso. Lo primero porque usan como elemento de autoridad a un pupilo de Francesc Cambó que trabajó como espía franquista para la SIFNE (Servicio de Información de Fronteras del Nordeste de España) y con simpatía y vínculos férreos a José Antonio Primo de Rivera como cuenta en una excelente obra llamada Espías de Franco. Josep Pla y Francesc Cambó el historiador Josep Guixà.

Lo segundo y más importante, porque es una declaración xenófoba. Todo aquel que usa el origen de nacimiento para desacreditar a una persona es xenófobo. No importa que se crea de izquierdas, cuando consideras que lo que te determina e invalida para tener una opinión sobre cualquier tema es el lugar donde naciste, y por eso, te considera digno de desprecio es que eres un xenófobo. Lo sería igual que decir que alguien es insolidario por ser catalán. Que el simple hecho de haber nacido en Cataluña te convierte en un avaro que considera que la España subsidiaria vive de la Cataluña productiva, o que la inmigración española antes, y la musulmana ahora, ha sido utilizada para disolver la identidad catalana. Eso no son argumentos que se tienen por ser catalán, son argumentos que se tienen por ser un reaccionario y xenófobo.

Ser español es una condición geográfica, no me considero vinculado especialmente a los valores hegemónicos de la cultura española aun siendo consciente de que estoy determinado de manera crucial por mi origen social, y mi origen social está determinado por el lugar donde he nacido. Siempre he defendido que estoy mucho más unido emocional, cultural, política y socialmente a alguien de Nou Barris que del Barrio de Salamanca y por eso mi adscripción ideológica y política está directamente vinculada a la clase y no a la nación o la región donde he nacido. Entre clase y bandera siempre tengo claro cuál es mi elección.

Es por eso que cuando se produce un pacto entre el PSC y ERC que afecta a la solidaridad fiscal y a los recursos que se destinan en toda España la única pregunta que me hago para saber si es algo progresista que hay que apoyar es si es positivo para la clase trabajadora de toda España. No hay más. ¿Aportará beneficios a los más vulnerables desde Nou Barris a La Viña? Si la respuesta que alguno encuentra a esa pregunta es que no, pero que puede llegar a beneficiar a la clase obrera en Cataluña, aunque eso suponga una merma en la calidad asistencial de los servicios públicos del resto del país entonces no es mi proyecto y lo combatiré. Mi gente no está circunscrita a una región o una bandera, sino a una clase social. Porque un acuerdo de ese tipo que discrimina por el origen es etnicista y por lo tanto será un proyecto nacionalista que va en contra de los valores de justicia social y redistribución que propugno. Porque soy español, no sé si por suerte o por desgracia, me da igual, pero por encima de todo soy consciente de mi origen social y mi única prioridad es la defensa de los intereses de quienes comparten mi clase sin importar si son de Cataluña, Cádiz, Madrid o Dakar.