Carlos Alsina hizo un emotivo discurso al recibir el premio al mejor periodista del año 2020. Lo hizo frente a Felipe VI en los premios de la Asociación de la Prensa de Madrid y advirtió de lo que ocurre cuando la prensa libre se calla; que se acaba la democracia. Fue un discurso impecable que cualquier periodista firmaría. El poder, económico, político o simbólico, siempre ha tenido en el punto de mira al periodismo. A veces lo controla, otras lo persigue, pero nunca lo respeta. Sobre todo, cuando no lo controla.
Un día después de ese discurso en la APM frente a Felipe VI se coló un rótulo desafortunado sobre el viaje de estudios de la Infanta Leonor a Gales. Un rótulo que no tenía un pase informativo, pero que en ningún caso tendría que haber pasado de una disculpa en directo por el error. La reacción política desmedida de Ciudadanos, Vox y Partido Popular dio el pistoletazo de salida a la purga. Comenzaron a pedir sangre y a exigir la depuración de responsabilidades. El PSOE, que controla TVE hasta cuando concede a Podemos mando en el ENTE, sucumbió a la presión por su alma cortesana y provocó el despido del guionista responsable del error. Los compañeros periodistas de medios que están inmersos en una campaña contra el gobierno alabaron el despido, algunos de ellos el día anterior ensalzaban el discurso de Alsina, y siguieron buscando carnaza contra los periodistas que trabajan en TVE con el desprecio de todos. La APM calló ante el despido de un compañero de TVE por presiones políticas. Nobleza obliga.
Ayer se informó de que el Secretario de Organización de VOX en Barcelona es un nazi que se iba de conciertos haciendo el saludo fascista y se iba a Beirut a establecer lazos con Hezbollah por su antisemitismo. El eurodiputado Herman Tertsch le escribió para decirle que no tiene que avergonzarse ni disculparse por haber sido radical de joven. Por ser nazi, hace solo un par de años. El silencio por el hecho de la normalización de que este domingo individuos abiertamente nazis, orgullosos de ello, entren en el Parlament de Cataluña ha sido ensordecedor. Ni medios, ni adversarios políticos han hecho de esta noticia el motivo principal de la agenda en la campaña. Han preferido un rótulo.
¿Cómo pudo pasar?, se preguntarán cuando tengamos nuestro asalto al Capitolio. Pasará porque cuando algunos estábamos mostrando cómo está pasando poco a poco, paso a paso, la mayoría de los compañeros periodistas están preocupados en asegurar los intereses económicos y políticos de sus medios, que tienen otras prioridades, e ignoran y silencia cómo se va conformando. La democracia española está en peligro, y lo hace porque los medios están pendientes de sus propios intereses, de alentar la purga de compañeros que hacen rótulos desafortunados e ignorando que un nazi dirija la organización que entrará en el Parlament. Pasará porque vosotros, compañeros, estáis haciendo que pase. Puede que queráis que pase.