Para los profanos en las guerras intestinas de la izquierda, los tankies vienen a ser los comunistas que aún no han asumido que el Muro de Berlín cayó, que los Procesos de Moscú fueron una vergüenza y una matanza de marxistas que simplemente disentían o caían mal, y que todos los problemas del mundo vienen dados por el imperialismo yanki y no hay más imperialismos en el mundo. Pero sobre todo, que cualquiera que se enfrente a EEUU es un héroe del pueblo, aunque lo más cerca que tenga al pueblo sea en las sentencias de muerte que firma.

Los tankies son aquellos que ven nazis en todas partes menos en Rusia y que toman esa parte por el todo. Si en Ucrania existen brigadas del Ejército como el grupo Azov, que son nazis, toda Ucrania es nazi, y pasa a llamarse 'Ucronazi'. Pero si los líderes del grupo Wagner operaban de facto como un ejército paralelo de Putin era porque son mercenarios que luchan para quien los paga. No pasa 'nada' porque Dmitri Utkin tenga las SS tatuadas. Es 'solo' una oveja negra.

Desde el inicio de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, una parte de la izquierda, la más reaccionaria, se ha puesto del lado de Vladimir Putin acusando al agredido de ser responsable de la agresión y creyendo que en Rusia queda algo de la extinta URSS, como si el país no fuera más que una oligarquía corrupta turbocapitalista y represora de los derechos humanos más elementales. Esa parte a expurgar de la izquierda siempre consideró a Ucrania aquello que no se atreven a ver en Rusia y consideraban a Zelenski el sátrapa de la ecuación en el este de Europa. Toda esa retórica ahora tiene quien se la escriba a través de las soflamas del imperialismo americano porque Donald Trump está siguiendo al dedillo todo aquello que esos tankies llevan replicando desde el inicio de la invasión.

La historia tiene estos requiebros maravillosos en los que el diablo yanki acaba siendo quien otorga a los que se creían sus enemigos todo aquello que pedían. Donald Trump, el imperio americano, les va a dar aquello que llevan exigiendo con muchos tuits y los puños apretaditos. Ya van a tener la paz, aunque el final de la invasión llegue a través de la rendición del pueblo ucraniano entregando su territorio y su soberanía. Si hay que aplaudir se aplaude, aunque sea con el apretón de dos imperios repartiéndose aquello que no les pertenece. Donald Trump hoy ha llamado dictador a Zelenski convirtiéndose en el portavoz del discurso tankie y otorgando a Vladimir Putin la fuerza para rendir al invadido. Ahora Europa es el pastel. Los imperios van y vienen, pero las formas imperialistas permanecen.

Los europeos, y las izquierdas europeas las primeras, deberían ser los más preocupados en que dos imperios liderados por gobernantes autoritarios y reaccionarios jueguen al risk con nuestra tierra. No hay nada bueno para el progreso en que dos impresentables como Putin y Trump se alíen para repartirse piezas del territorio europeo. La rendición de Ucrania tendrá su contraprestación en la adquisición de Groenlandia por parte de los EEUU, dejando a Dinamarca sin una parte de su soberanía. Durante décadas, éramos los europeos lo que hicimos con África aquello que los que se reunían en Arabia Saudí quieren hacer con nosotros. Deberíamos conocer el proceso porque lo inventamos.

Es tiempo de comprobar si la izquierda institucional europea es de verdad antiotanista. Está ante la oportunidad que nunca se volverá a repetir o, por lo menos, que nunca hemos tenido para lograr salir de la órbita del imperio americano y crear una soberanía propia basada en los valores europeos que surgieron de la derrota del nazismo. No será fácil y habrá que renunciar a algunos de los preceptos defendidos en el pasado, porque no será posible salirse de la OTAN sin realizar un esfuerzo en defensa que nunca antes nos hubiéramos planteado para tener un ejército europeo independiente de los designios de los imperios que solo nos ven como colonias y mercados de productos y personas. Si dudan, recurran a la hemeroteca: se sorprenderán al ver quién defendía en 2018 la necesidad de tener un sistema integral de defensa europeo manteniendo como aliado a EEUU y asumiendo contradicciones en los presupuestos. Busquen, busquen.