Los partidos de extrema derecha que han llegado al poder lo hicieron sin tocar poder previamente porque sabían que solo se pierde la inocencia una vez, no creo que el cambio de rumbo de Vox les sirva para poder alcanzar el poder y sustituir al PP, ese barco ya pasó, pero la ruptura de los acuerdos van en la línea adecuada para consolidar su suelo electoral y evitar ser fagocitado por el socio mayor de los acuerdos, una regla general en cualquier acuerdo de coalición. La medida, además, pone un dique ante las nuevas formaciones antipolíticas surgidas en su mismo espacio que amenazan su estabilidad por el flanco más extremo. El temido sandwich ideológico que ahora está despedazando a Sumar. Vox ha hecho lo que nunca se atrevió a hacer Unidas Podemos o Sumar, poner pie en pared ante una medida inasumible para su electorado.

El movimiento de Vox es audaz, y como todo lo audaz puede ser una victoria sorprendente o un desastre sin paliativos, pero además de ser valiente tiene trazas de inteligencia y un posicionamiento racional coherente con las ideas del partido, un plan en Europa y el sentir de su electorado. Es un movimiento estratégico a largo plazo que va acompañado de un posicionamiento en Europa mucho más radicalizado alejándose de aquellos, como Giorgia Meloni, que estaban cohesionándose con el PP en Europa. En una declaración de Santiago Abascal en Telecinco dio una clave accesoria que da muestras de cuál es el planteamiento al advertir de que ahora defenderá sus planteamientos puros y que aquellos que pudieron dejar de votar a Vox por haber transigido a algunas medidas que no les gustaban en el gobierno volverán a escuchar el discurso esencial de Vox.

El electorado de Vox cree firmemente el relato, falso y tóxico, de que los menores no acompañados son delincuentes peligrosos que ponen en riesgo su seguridad. Con ese planteamiento de partida, es un movimiento lógico oponerse de manera firme a cualquier medida que traiga ese peligro a sus casas. Para Vox el tema de los menores no acompañados y la inmigración irregular es un tema central, diría que es el tema que estructura a todo el partido después de que la cuestión territorial haya pasado a un segundo plano. La inmigración es el tema que conforma la cultura política de su base electoral y el tema por el que perdería el apoyo de sus electores. Hoy, la inmigración no es un problema para la inmensa mayoría de la población, pero en Vox trabajan para que sí lo sea y además están convencidos de que en España la percepción se irá agravando y ellos aspiran a representar lo que Marine Le Pen representa en Francia. Es una mirada a largo plazo en la que trabajan para que sea más a medio plazo.

La decisión de Vox tiene fuerza para transmitir de manera inequívoca de que el poder no les importa, o al menos de que no es un fin último. Para ellos los gobiernos son un medio para llevar adelante sus ideas y el tema de la inmigración irregular es el núcleo sobre el que pivotan todos sus planteamientos. El mensaje es claro, el PP traga con lo que sea para gobernar y nunca se atrevió a romper cuando Vox imponía sus ideas, pero Vox no es así. La decisión de los ultras sitúa al PP como aliado del PSOE en los temas centrales y se ponen ante el electorado reaccionario como los únicos capaces de enfrentarse a Pedro Sánchez. Santiago Abascal con esta decisión consolida su suelo electoral y reafirma a los más convencidos evitando fugas hacia el partido tumoral que les había salido por su lado antipolítico.

La lucha contra la inmigración irregular es la idea sobre la que se estructura todo el proyecto de la extrema derecha porque se vincula a inseguridad y a la destrucción de la propia identidad. Inseguridad, identidad nacional, cristiana y occidental y la xenofobia son las marcas que conforman su proyecto y el sustrato político que vincula todas estas ideas es la lucha contra la inmigración. Es su clave de bóveda y todas las medidas que proponen tienen ese anclaje al que no pueden renunciar. Solo el tiempo dirá si la decisión de romper los acuerdos es acertada o un suicidio político, pero tiene sentido conforme a sus valores y proyecto y las decisiones que se toman con una plan prefijado tienen más visos de triunfar que de fracasar. No desprecien la decisión de Vox, porque tiene sentido político.