"¡¡¿Dónde está mi marido?!!" Es el grito desgarrador de la esposa de Jamal B., un empresario holandés de origen marroquí que fue secuestradoen Marbella el 24 de agosto de 2020 por un grupo de criminales disfrazados con uniformes de la Policía Nacional. Desde aquel día no se ha vuelto a saber de él.
Sobre las 22 horas, dos vehículos con los logotipos de la Policía Nacional interceptaron el coche que conducía Jamal junto a su esposa y uno de sus hijos. Ocho supuestos agentes, ataviados con uniformes de la Policía Nacional, lo sacaron del coche a golpes y se lo llevaron. Y hasta hoy ni una sola noticia. Ni una llamada, ni una petición de rescate a la familia. Nada.
Recompensa
Como la investigación judicial y policial no avanza (y si lo hace, no se sabe hacia qué derrotero) la familia del secuestrado ha decidido, en un intento desesperado de recibir algún tipo de información que les oriente, ofrecer una recompensa a cualquiera que pueda facilitar datos contrastables sobre el paradero y el secuestro de Jamal.
En un comunicado de prensa de la familia, la mujer del desaparecido asegura haber tomado esta decisión "tras perder la confianza con la investigación que se sigue en España por este oscuro suceso” del que nadie quiere dar ninguna explicación.
El comunicado redactado por la mujer de Jamal es muy duro: “El secuestro de Jamal no recibe el tratamiento prioritario que debería y los secuestradores saldrán indemnes”.
Se pudo evitar
La gota que colmó el vaso de la paciencia de la desesperada familia llegó después de que el diario NIUS publicara hace escasos días que, en aquella época, el Juzgado de Instrucción 2 de Torremolinos estaba llevando a cabo una investigación contra un grupo de narcotraficantes franceses que estuvieron siguiendo y observando los movimientos de Jamal, hasta que fue finalmente secuestrado -tal y como se extrajo de las intervenciones telefónicas realizadas-.
Este grupo de delincuentes, en el marco de la investigación antidroga, fueron detenidos e interrogadas. "Pero nadie les arrestó, ni interrogó por su vínculo, más que aparente, con el secuestro de Jamal que las grabaciones dejaban bien claras. Grabaciones que, por otro lado, han desaparecido misteriosamente, disponiendo tan solo de las transcripciones" denuncia la familia en el comunicado difundido.
"Un error tras otro por parte de la policía y los juzgados; y una familia rota, desamparada desde el primer día", añaden. Con todo, la familia está convencida de que si las autoridades hubiesen actuado como procede, tras las escuchas al grupo de narcos, se hubiese podido evitar el secuestro de Jamal B.
15 meses
Han pasado ya 15 meses y no se vislumbran detenciones, quizá porque aún ni siquiera hay sospechosos.
El juzgado de instrucción número 1 de Marbella ha decretado el secreto de las actuaciones. La lentitud con la que se están desarrollando las investigaciones y la opacidad de policía, juzgado y fiscalía ha hecho que la familia se sienta "abandonada por parte de las autoridades".
Sus cinco hijos creen que Jamal está de viaje de negocios en el extranjero. Su mujer ni siquiera sabe si está vivo o muerto. Los investigadores sospechan de un trágico final, pero no lo pueden confirmar… Ni desmentir.
La esposa de Jamal se queja de la pasividad de la policía y las suposiciones acerca de la dudosa reputación de su marido que han difundido algunos medios de comunicación, especialmente en Marruecos. La mujer de este empresario pide encarecidamente, al menos de momento, una explicación.