Los tratamientos para el acné son muy eficaces, sin embargo, a menudo resultan difíciles de sobrellevar. La piel se vuelve tirante, extremadamente seca, se descama y pica.Por eso es importante utilizar cosméticos específicos mientras dura el tratamiento del acné, que alivian sus efectos secundarios, aceleran la recuperación de la piel y aumentan la adherencia al tratamiento, reduciendo así la tasa de abandono.
Las tres características principales del acné son la producción excesiva de sebo, la hiperqueratinización o engrosamiento de la superficie de la piel, y el crecimiento anormal de bacterias anaerobias lipofílicas, es decir, bacterias que se alimentan de sebo y crecen en ambientes poco aireados como los poros obstruidos.
Lasbacterias protagonistas del acné son las Cutibacterium acnes (C. acnes), que van ganando terreno a las Staphylococcus epidermidis (S. epidermis), provocando así un desequilibrio en el ecosistema de microrganismos que habitan la piel. Este ecosistema se llama "microbioma" y es esencial para mantener la piel sana, sin embargo, cuando unos microorganismos proliferan más que otros se produce un desequilibrio llamado "disbiosis" que se observa en enfermedades crónicas e inflamatorias como la psoriasis, la dermatitis atópica o el acné. Cada una de estas enfermedades se caracteriza por una disbiosis específica.
Los tratamientos que se usan para tratar el acné grave tienen como objetivo las bacterias C. acnes, o bien las aniquilan directamente o bien las dejan sin recursos para sobrevivir. Entre los tratamientos orales hay antibióticos que inhiben el crecimiento de C. acnes, y moléculas como la isotretinoína que bloquea la producción de sebo, por lo que deja a las bacterias C. acnes sin su fuente de alimento. El efecto secundario principal es que la piel se vuelve extremadamente seca y el microbioma se altera asemejándose al de una piel atópica.
Entre los tratamientos tópicos está el peróxido de benzoílo, un compuesto oxidante que mata a las bacterias por oxidación. El problema es que ademásagota los antioxidantes de la piely produce sequedad y eritema. Otra molécula común en los tratamientos tópicos es el ácido azelaico, una sustancia ácida que afecta al gradiente de pH transmembrana, impidiendo que C. acnes pueda sintetizar proteínas.
Hay antibióticos tópicos como la clindamicina y la eritromicina que inhiben el crecimiento de C. acnes. Losretinoides tópicos (adapaleno, tazaroteno, tretinoína, ácido retinoico, retinol, retinaldehído e isotretinoína) reducen la producción de sebo, lo que indirectamente perjudica a C. acnes. Solo elretinaldehído parece ejercer actividad antibacteriana contra C. acnes. Estos tratamientos producen sequedad de la piel, eritema y dolor, llegando a provocar eccema y dermatitis.
Las dos consecuencias principales de los tratamientos farmacológicos para el acné son que (1) sin el cuidado adecuado durante el tratamiento se llegan a producir daños permanentes en la piel, y (2) hay una elevada tasa de abandono de los tratamientos. Por eso es indispensable utilizar cosméticos durante el tratamiento del acné que sirvan de coadyuvantes, protegiendo la piel de los efectos secundarios, ayudando a reestablecer el equilibrio del microbioma, y favoreciendo la adherencia al tratamiento.
Hay una serie de ingredientes fundamentales en los cosméticos que ayudan a sobrellevar los tratamientos de acné. Los más habituales son sustancias hidratantes que disminuyen la pérdida de agua transepidérmica. Entre ellas se encuentra la glicerina, una molécula capaz de retener el agua en su interior, aportando suavidad y elasticidad a la piel. También la manteca de Karité, que es una colección de alcoholes terpénicos y ácidos grasos semejante a la de la piel, por lo que ayuda a recomponer la barrera cutánea. Además, las ceramidas como el procerad (2-oleamido-1,3-octadecanediol), mantienen pegados los corneocitos, reduciendo el enrojecimiento y evitando la aparición de marcas en la piel.
Dado que el acné es una enfermedad crónica inflamatoria, a menudo estos cosméticos cuentan con ingredientes antiinflamatorios. El sistema inmunitario entiende la proliferación de C. acnes como una agresión y pone en marcha un ejército formado por sustancias proinflamatorias (citoquinas, interferón, interleucina, etc.) que montan una guerra en la que además de atacar al agresor dañan todo lo que se encuentran por delante.
Una de las consecuencias de la inflamación es la hiperpigmentación, por eso las personas con acné a menudo tienen manchas. Ingredientes como la niacinamida (también llamada nicotinamida o vitamina B3), que es una sustancia antiinflamatoria inhibe la formación de sustancias proinflamatoriasy modula los procesos de inflamación. Al aplicar niacinamida tópica al 2% durante 24 días se reduce significativamente la inflamación y se observa unadisminución de la hiperpigmentación y el aclarado de manchas preexistentes. Se suele formular combinada con el pantenol, una forma biológicamente estable de la pro-vitamina B5, que es otra sustancia antiinflamatoria que además estimula la formación de fibroblastos de la piel.
Los cosméticos que combinan ingredientes hidratantes y antiinflamatorios son los coadyuvantes básicos de los tratamientos para el acné. Sin embargo, en la actualidad contamos con otros ingredientes que además ayudan a reestablecer el equilibrio del microbioma. Los más interesantes son los postbióticos o fermentos, que consisten en un extracto de biomasa bacteriana, moléculas excretadas por los microorganismos y restos de bacterias. Funcionan como unas señales químicas que dan instrucciones a los microorganismos de la piel para que se comporten adecuadamente. Son como las normas cívicas, las señales de tráfico, los semáforos y los policías del microbioma.
Uno de los ingredientes postbióticosmás famososde este tipo de cosméticos coadyuvantes para el tratamiento del acné es el fermento deVitreoscilla filiformis. Este ingredienteincrementa la síntesis de péptidos antimicrobianos, que son quienes se encargan de reestablecer el equilibrio del microbioma. Además, favorece el crecimiento de los microorganismos beneficiosos y reduce la colonización de bacterias S. aureus, ayudando a mantener el microbioma sano.
En conclusión, es muy importante que los tratamientos contra el acné vayan combinados con cosméticos coadyuvantes; primero, para aliviar los efectos que el tratamiento tiene sobre la piel, desde la sequedad extrema hasta el impacto en el microbioma; y segundo, para favorecer que los tratamientos del acné se completen, y así evitar recaídas y daños permanentes.