Tan rápido como llegó la Navidad, éstas van llegando a su fin. Y después de cenas y comidas donde, quien más y quien menos, hemos comido más de la cuenta, aún nos queda por delante el último “empujón” contra la báscula: la noche más especial del año, y con ella, otro dulce típico más de estas fechas, el roscón de Reyes.
¿Cuánto engorda el roscón de Reyes?
Cuando nos hacemos esta pregunta en verdad estamos esperando que alguien nos mienta a la cara y nos diga que no pasa nada. Que no engorda tanto. Ya sea porque sabemos que al menos un trozo nos vamos a comer, o porque estemos pensando en todo lo que ya hemos comido de más y se acerca otro “extra” a nuestra dieta.
Y aunque he repetido hasta la saciedad que ningún alimento engorda ni adelgaza, si no que es el total de todo lo que comemos y en qué cantidades, es verdad que no es un postre ni bajo en calorías, ni mucho menos en azúcares o grasas. Simplemente hay que fijarse en los ingredientes que componen este postre típico para hacernos una idea general de lo que conlleva.
Para su elaboración, como buen bizcocho, no van a faltar los huevos, la mantequilla, la harina y el azúcar, a los que le suele acompañar el agua de azahar que le confiere ese sabor tan típico, así como la decoración con frutas escarchadas o láminas de almendras tostadas. Y esto suponiendo que estamos consumiendo un roscón artesano con la receta típica, y no uno industrial donde, además, se le añaden otros ingredientes para que aguante más tiempo o para hacerlo más barato. Por eso, siempre va a ser mejor que si vamos a comerlo, compremos uno de mejor calidad y comamos menos, que comprar uno barato y comer varias veces de él. Por calorías y por calidad.
Composición nutricional 100 g roscón de Reyes (sin relleno)
Energía: 359 kcal
Grasas: 11,1 g
Grasas saturadas: 2,11 g
Hidratos de carbono: 59,52 g
Azúcares: 24,75 g
Proteínas: 6,92 g
Colesterol: 31 mg
Se calcula que por cada 100 gramos de roscón (sin relleno), dependiendo de cómo este elaborado, puede suponer entre 300 y 400 kilocalorías. Y, aún así, tampoco es de los dulces típicos navideños que más calorías aporta, ya que el aporte de grasas es relativamente pequeño respecto a otros.
Como parte positiva, es verdad que también tiene un contenido importante de proteínas que vienen del huevo o de la leche. Evidentemente los hidratos de carbono suponen el aporte fundamental de este dulce, ya que estamos hablando de un bizcocho. Y con ello, un gran aporte de azúcares simples, por lo que es capaz de hacer que aumente el azúcar en sangre en muy poco tiempo.
Todo esto siempre teniendo en cuenta que hablamos de un roscón de Reyes sin relleno, solo el bizcocho. A esto hay que sumar lo que le añadamos dentro y con qué lo acompañemos, ya que muchos prefieren mojar este dulce para que entre mejor.
¿Qué roscón de Reyes engorda menos?
Evidentemente el que menos engorda es aquel que no tiene relleno, pero es verdad que en los últimos tiempos son una especie casi en extinción, donde, a los clásicos nata, crema y trufa se le han unido rellenos de todo tipo, incluso de mazapán o cabello de ángel.
A si que, puestos a no renunciar al relleno, y sabiendo que va a suponer un “extra” de calorías ¿cuál es el que menos calorías aporta?
Relleno de trufa: + 250 kcal/porción
Relleno de crema: + 280 kcal/porción
Relleno de nata: + 365 kcal/porción
Tenemos la falsa sensación de que la crema pastelera o la trufa tienen más calorías que la nata, y, aunque la diferencia, metidos en harina, no es tanta entre los rellenos, tenemos que pensar que la nata no deja de ser la parte grasa de la leche a la que, además, hemos añadido azúcar, huevo o claras para darle textura.
Pero hay otro “extra” en el que, a veces, no caemos, y que puede suponer incluso más calorías que el relleno en sí, y es la famosa “decoración”. De hecho, la fruta escarchada puede llegar a tener más de 320 kilocalorías por 100 gramos. El glaseado de azúcar que muchas veces también se le añade supondría sumar 400 kcal cada 100 gramos y las láminas de almendra unas 628 kcal por 100 gramos. Aunque es verdad que, de todos ellos, a pesar de ser el más calórico, las almendras serían el adorno de más interés y calidad nutricional.
Por eso, un truco para ahorrar unas pocas calorías es pedir que nos hagan el roscón sin fruta ni azúcar por encima. Y solo con ese gesto, y un con relleno de calidad, podemos llegar a disminuir hasta en un 50% el total de las calorías del roscón.
¿Cómo comer el roscón de Reyes para que no engorde?
Además de todos los trucos anteriores, la mejor manera es buscar un roscón de calidad, tanto en ingredientes como en elaboración, para que nos ahorremos calorías innecesarias, como para que las calorías que tomemos, al menos, vengan cargadas de nutrientes y haya merecido la pena.
Y, sobre todo, la ración. Tomarnos un trocito de unos 3 dedos para despedir las fiestas, si después volvemos a una rutina normal y sana con la comida y con el ejercicio físico, no debería suponer mayor problema. Por eso, la mejor manera de conseguirlo es buscar un tamaño adecuado al número de personas que van a disfrutarlo.
En temas de Roscón, mejor un trocito cada uno a que sobre y desayunemos al día siguiente, al otro y al otro.