No todo el monte es orégano, pero parece que todo el orégano de ese monte tampoco es tal. Y es que la OCU se hace eco de la última investigación de la Unión Europeasobre la autenticidad de esta especia junto con otras cinco hierbas aromáticas. Seis especias seleccionadas en las que ya se habían detectado casos de fraude y que ahora se estudia el riesgo de adulteración.
Este estudio realizado por el Centro Común de Investigaciónha sacado un informe a la luz de varias especias y hierbas aromáticas que se venden en la Unión Europea, siendo uno de los estudios más grandes que se han hecho hasta la fecha.
De hecho, se ha investigado las más de 1.800 muestras de los 21 países que componen la Unión, incluyendo a Noruega y Suiza, con un total de más de 9.900 análisis con varias técnicas de análisis. Esta investigación se centró en el comino, la cúrcuma, el orégano, la guindilla o pimentón (son de la misma familia), la pimienta y el azafrán.
De media, el 17% por de las especias del estudio resultaban sospechosas de adulteración, es decir, casi 2 de cada 10 muestras. Y, como vemos en el gráfico elaborado por la OCU, la especia con la sospecha más baja es para el pimentón o la guindilla.
El orégano, por otra parte, es la que peor parada ha salido en el estudio, con un 48% de riesgo de que esté adulterado, fundamentalmente, con hojas de olivo machacadas. Es decir, casi la mitad de las muestras de orégano (o una de cada dos, como lo queramos ver) podría contener otras especies vegetales no declaradas, y que, por supuesto, no es orégano. Es decir, no nos están dando por lo que estamos pagando.
El fraude más frecuente suele ser este, la mezcla con otros vegetales que no son la especia que estamos comprando, pero también se han detectado, en menor medida, colorantes no autorizados, siendo detectado con más frecuencia en el azafrán.
¿Es peligroso? Puede serlo para las personas que sean alérgicas o sensibles a las especies vegetales o colorantes que no están declarando. Puede que una persona esté pensando que está consumiendo comino y no se de cuenta (porque no lo dicen, y no lo pone en el envase) de que ingiere otra cosa a la que es alérgica. Además de esto, recordemos que estamos pagando un precio (bastante alto en muchos casos) y no nos están dando lo que prometen. Esto es fraude de libro y un engaño al consumidor.
Por este motivo la OCU denuncia la necesidad de que la Unión Europea refuerce los controles en este sector para evitar este tipo de riesgos, tanto económicos, como, en última instancia, para el bolsillo de los consumidores. ¿Qué podemos hacer mientras tanto? Para algunas especias, buscas las denominaciones de origen, ya que supone que están reguladas y vigiladas para que cumplan los estándares de calidad que promete, como el Pimentón de la Vera.