El cadáver de Wafaa Sebbah ha pasado 19 meses en el fondo de un pozo. Allí la arrojó en noviembre de 2019 David, un delincuente conocido como El Tuvi, y de allí la sacó la semana pasada la Guardia Civil, tras la confesión del asesino. En estos 19 meses, Wafaa apenas ha tenido presencia en los medios.
Su desaparición coincidió con la de Marta Calvo, que ocupó muchos titulares y minutos de televisión después de que Ignacio Palma se presentase ante la Guardia Civil y confesase que se deshizo de su cuerpo, que aún no ha podido ser hallado, tras una fiesta de sexo y cocaína en la que la mujer habría muerto de manera accidental, según la versión del detenido. Mientras se vaciaba un vertedero entero en busca de Marta Calvo, mientras la pandemia eclipsaba cualquier actualidad que no tuviese que ver con el virus y mientras desaparecían Anna y Olivia en Tenerife, los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) y la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Valencia se afanaban en dar con el responsable de la desaparición de Wafaa, una chica de 19 años con una vida complicada, desarraigada de su hogar y de su familia.
Nada de eso importaba a los agentes que investigaban su desaparición. Algunos de ellos han participado en casos tan mediáticos como el crimen de Diana Quer o el de Manuela Chavero, mujeres cuyos nombres y rostros se han reproducido continuamente en todas las plataformas. Y en el caso de Wafaa han puesto el mismo celo e idéntica entrega para dar a su madre –el único familiar que ha aparecido en los medios pidiendo justicia tímidamente, como si ella tuviese menos derecho a hacerlo– la paz que proporciona saber qué le pasó a su hija y quién acabó con su vida.
Cuando todos los focos apuntaban hacia Tenerife y la desesperada búsqueda de los cuerpos de Tomás Gimeno y su hija Anna, la Guardia Civil detuvo a El Tuvi y logró su confesión horas después, pese a su inicial negativa a colaborar. Tal y como hizo Enrique Abuín, el asesino llevó a los agentes hasta el pozo donde Wafaa, como Diana Quer, permaneció largos meses. La madre de Wafaa ya sabe de primera mano que para la Guardia Civil no hay desaparecidos de primera y de segunda. Eso es cosa de los medios de comunicación. Algún día aprenderemos.