1.- OJO CON EL ÁNGULO

Cuando saquéis a alguien de cerca, nunca le hagáis la foto desde arriba. Hay que poner la cámara ligeramente por debajo de sus ojos. Así, el retratado nos mira desde lo alto y queda más grandilocuente. Le da superioridad, autoridad.

2.- NO TE ALEJES

Suele pasar que queremos sacar a alguien delante de un edificio o cualquier monumento pero este es demasiado grande y no cabe en la foto. Para solucionarlo solemos cometer el error de alejarnos demasiado. Así conseguimos meter el edificio en la imagen pero, por contra, el retratado sale diminuto. La solución es simple: poner a la persona que queremos fotografiar en un primer plano, con el edificio de fondo a un lado. No va a salir entero, pero lo importante es que se reconozca. Para verlo al detalle, ya está Google.

3.- BASTA DE POSADOS

Para hacer buenas fotos hay que copiar a los paparazzi. Nada de preparar tanto las fotos. Haz robados de tu familia y amigos, sácales en momentos espontáneos. Esos retratos revelarán mucho más su verdadera personalidad que cualquier posado poniendo morritos que se te ocurra.