La actriz Sarah Jessica Parker hablaba sobre el revuelo que ha causado su aspecto físico estos días en los que se estrena la segunda parte de la serie 'Sexo en Nueva York: And Just Like That'.
Sus 56 años han estado constantemente bajo el escrutinio de todo el mundo.
Sobre lo 'vieja' que está.
Así luce ahora Sarah Jessica Parker. No te creerás cómo se ve Sarah Jessica Parker.
Ante estas críticas decía la actriz que es cómo se ve, que no tiene otra opción, que qué va a hacer al respecto: ¿Dejar de envejecer? ¿Desaparecer?
Y pareciera que sí, que justamente eso es lo que queremos con las mujeres que se hacen mayores.
Que no existan, que sean invisibles, que intenten detener el tiempo con uñas y dientes.
Que pongan todos los medios que tienen a su alcance para seguir siendo bellas y deseables.
Entendiendo la belleza y lo deseable como sinónimo de juventud.
Porque una mujer que envejece (y se nota que ha envejecido) es ya para el imaginario colectivo alguien que debe quedarse con el premio de consolación de una categoría pornográfica como es la de MILF (Mother I'd Like to Fuck): es decir un fetiche sexual.
Alguien que es elegida por otro alguien para cumplir una fantasía porque por sí misma ya no tiene entidad.
Dice Naomi Wolf en su ensayo “El mito de la belleza” (CONTINTA ME TIENES, 2020) que:
“El 'mito de la belleza' está en realidad prescribiendo el comportamiento y no la apariencia”, que “una cultura obsesionada con la delgadez femenina no está obsesionada con la belleza de las mujeres, está obsesionada con la obediencia de éstas. La dieta es el sedante político más potente en la historia de las mujeres: una población tranquilamente loca es una población dócil”.
Hablar de la apariencia de Sarah Jessica Parker es un aviso al resto de mujeres.
Si no tienes belleza no tendrás ya ningún poder porque una mujer sin belleza es para el mundo una mujer desposeída. Una mujer ridiculizada.
¿Qué pretende la gente?
¿Que los seres humanos no tengan poros, canas o arrugas?
¿Crear inseguridades y frustraciones vendiendo un ideal imposible para luego vender una mágica solución?
¿Estafar manifiestamente a las personas haciéndoles crees que si consiguen un cuerpo o una cara determinada serán más amadas?
Para que Sarah Jessica Parker no se hiciera mayor tendría que estar muerta.
Y parece que existe un empeño por hacer que las mujeres casi prefieran estar muertas a gordas.
Estar muertas a estar feas.
Ser guapa o guapo no es una obligación.
No es una meta.
Tampoco lo es parecer eternamente joven.
Pero intentarlo una y otra vez es agotador.
Porque nunca es suficiente, porque siempre habrá algo que comparar, que quitar o que subir.
La cara de Sarah Jessica Parker habla de su historia.
De su vida.
Habla de sus dolores y de lo que le ha conmovido.
Es un mapa emocional.
Su cuerpo la ha llevado hasta el presente.
Y no hay nada más que tenga que hacer un cuerpo que eso.
Mantenerte aquí.
Da igual la forma que adquiera.
Si consiguió.
Que no desfallecieras.