A menos de 24 horas de que se abran las urnas en Cataluña la tensión comienza a crecer entre los candidatos ante un escenario único sin pactos a la vista, con la posibilidad de una repetición electoral y el temor de un posible bloqueo a la presidencia de cualquiera de los partidos más votados, que se esperan que sean ERC, PSC y Junts, al que acabe imponiéndose.

Los sondeos indican como ganador a Salvador Illa, candidato socialista, pero no con los suficientes escaños como para hacerlo solo. Por tanto, para garantizar una investidura, la cual ha asegurado que se presentará independientemente del escenario, necesitará pactar con otras formaciones. Y, por el momento, Illa solo ha descartado hacerlo con la ultraderecha, pero deja abierta las opciones de llegar a un acuerdo con el resto de formaciones, incluido Junts con Carles Puigdemont.

Se sabe favorito, pero al mismo tiempo es consciente que necesitará evitar un bloqueo que empieza a sonar. Por ello, el candidato socialista expresó su petición de evitar esa situación este viernes en Al Rojo Vivo. "Voy a pedir que no me bloqueen", expresaba recordando que fue la acción que el PSC realizó en las últimas elecciones para permitir la presidencia de Pere Aragonès.

Un todavía presidente en funciones que tiene como misión volver a ocupar el puesto, pero las encuestas le auguran que será una tarea complicada. Lo sería porque le sitúan como tercera fuerza política, por detrás del PSC y Junts. Sin embargo, son pronósticos a los que el candidato de ERC no les da importancia. "Las encuestas también decían que Feijóo sería presidente del Gobierno", ha recordado para restar importancia a los sondeos.

No obstante, este viernes apuró sus últimas intervenciones antes de las elecciones para intentar aglutinar el máximo de votos posibles: "Yo ofrezco las políticas de izquierdas que hemos llevado a cabo y me dirijo a la ciudadanía para que concentre los votos de la izquierda en ERC y no en el PSC o Junts. Somos la izquierda independentista fiable que hemos hecho avanzar Cataluña".

Muchos de esos votos que pide serán necesarios para vencer a Junts, que ha tenido una campaña peculiar liderada por Carles Puigdemont desde Francia. Pese a ello, las encuestas le sitúan como la primera fuerza política independentista y alternativa al PSC, algo que Puigdemont ha calificado de "señal de victoria".

Además, su discurso siempre ha ido cargado de ataques contra el PSC, del que se ha desmarcado claramente: "Nosotros no vamos a negociar porque creo que si las cosas van como creo que irán, el PSC sabrá lo que debe hacer". Y es que el líder de Junts solo contempla la victoria, ya que en principio no volvería a ocupar un puesto como diputado y solo lo haría como presidente. Una situación que abre la posibilidad de negociar con Carles Puigdemont, pero también sin él.

Un 40% de votantes indecisos

Pese a los resultados de las encuestas, en todas ellas destacan un alto porcentaje de indecisos que pueden cambiar el panorama con relativa facilidad. De hecho, es entorno a un 40% de los votantes, unas cifras muy altas y un gran número de votos que puede alterar el escenario de la Generalitat no solo entre las tres formaciones favoritas, sino también entre las que buscan un aumento de su representación.

Vox, con Ignacio Garriga al frente, defiende un total de 11 escaños y una cuarta posición a la que quiere intentar asaltar un PP que en las últimas elecciones de 2021 cayó derrotado en la batalla de la derecha. Probablemente por ello, esta última semana el Partido Popular ha endurecido su discurso hasta tal punto de parecerse mucho al de Vox con intención de recuperar esos votos.

Eso ha convertido la parte final de la campaña en una batalla entre las derechas por ver quién usa la inmigración de forma más torticera para arañar votos. Una derecha que prevé un cambio de representación en el parlamento catalán, ya que Cs no aparece en ninguna encuesta capaz de defender los seis escaños que aún mantiene, pero que sí cuentan con Silvia Orriols y Aliança Catalana, que conseguirían una pequeña representación.

Por su parte, también tendrá relevancia Comuns Sumar. Su líder, Jéssica Albiach, espera una representación de entre siete y nueve escaños como dicen las encuestas, lo que, dependiendo del escenario, podría ser suficiente para colaborar en la formación de un gobierno. Pese a ello, ha sido insistente con el resto de formaciones en que aclaren con quién van a pactar, especialmente con el PSC de Salvador Illa.

Por último, la CUP es la última formación que debería tener representación. Eso sí, según las encuestas, con una pequeña bajada para la candidatura que lidera Laia Estrada, que se espera que tengan seis escaños, pero que igualmente podrían ser claves para cualquiera de los partidos con posibilidades de gobernar, habiendo abierto una posibilidad a hacerlo con Junts si "retoma una ruptura con el Estado".

Posibles pactos

Las encuestas vaticinan que será el candidato del PSC, Salvador Illa, quien gane las elecciones, pero todo apunta a que no tendrá los apoyos suficientes para gobernar. De hecho, los catalanes acudirán a las urnas sin saber muy bien quién podría gobernar con quién.

En El Debat celebrado este lunes en laSexta, marcado por el choque constante entre candidatos, se afianzó aún más la idea de que las elecciones catalanas que se celebran este próximo domingo -y sus posteriores pactos-, dejarán a Cataluña en una situación insólita: conseguir un Govern "arañando" pactos entre partidos o la posibilidad de una repetición electoral.

Ninguno de los partidos quiso mojarse respecto a los posibles pactos tras el 12M. Ni siquiera ERC, socio del Gobierno español en el Congreso, ha afirmado que apoyaría al candidato socialista de ganar las elecciones. Tampoco lo ha hecho Illa. Quien había abierto esta semana la puerta a pactar con Junts, no ha querido confirmar que así lo haría si fuera necesario.

Pero en lo que sí se han puesto de acuerdo la mayoría de candidatos es en poner freno a la ultraderecha. El pasado miércoles, todos los partidos menos PP y Cs -PSC, ERC, CUP, Junts y Comuns Sumar- se comprometieron a no pactar con la ultraderecha de Vox y Aliança Catalana.