Cataluña tiene este domingo una cita con las urnas que no solo es trascendental para su propio futuro, sino también para el de la política nacional. Unas elecciones en las que está en juego mucho más que la Generalitat, porque el resultado del 12M puede tener impacto también en el Gobierno de España, el Congreso de los Diputados y el Palacio de la Moncloa.
Así, en plena recta final de una campaña que dibuja un endiablado escenario de pactos tras los comicios, desde Moncloa trasladan que su única preocupación es que el lunes se abra una nueva etapa política. En el Ejecutivo son conscientes de que se puede ver alterado el tablero político y, aunque insisten en el mensaje de que "no está en juego la gobernabilidad", no saben si el resultado afectaría a la capacidad de acción parlamentaria del Gobierno.
Con Salvador Illa encabezando las encuestas desde el primer momento y hasta los últimos compases de la campaña, surge la pregunta de si un buen resultado en Cataluña complicará la vida a Pedro Sánchez. Fuentes socialistas responden simplemente a esta cuestión que "lo que tenga que pasar en Cataluña se decidirá en Cataluña".
Sánchez y Feijóo también se la juegan
Prueba de la relevancia de estos comicios a nivel nacional es la intensa presencia que han tenido los líderes nacionales de PP y PSOE en Cataluña estos últimos días: Feijóo ha estado allí toda la semana y Sánchez, tras su periodo de reflexión y su decisión de seguir al frente del Gobierno, reaparecía por sorpresa en la Feria de Abril de Barcelona antes de entrar de lleno en la campaña, que cerrará este viernes junto a Illa.
Para ambos dirigentes hay mucho en juego en las elecciones catalanas: en el caso de Sánchez, cómo afectará el resultado a su Gobierno, mientras que para Feijóo está en liza la pugna con Vox y su propio relato del 'cambio de ciclo' político. Para uno y otro, estos comicios marcarán también el ánimo en sus partidos de cara a las elecciones europeas del próximo mes de junio.
Sánchez: la amnistía y la relación con los socios
En concreto, lo primero que se juega Sánchez en las elecciones catalanas es consolidar el relato de que su política con respecto a Cataluña -con la aprobación primero de los indultos y, ahora, de la amnistía- ha servido porque los independentista no suman y el procés esta muerto. Para el líder socialista, no es lo mismo que Illa gane y pueda gobernar o que los partidos independentistas puedan sumar, porque entonces ese relato se caería.
La segunda clave es la relación con los partidos catalanes de cara a su propio Gobierno, porque Esquerra Republicana y Junts son fundamentales para su Ejecutivo y para aprobar Presupuestos. Paradójicamente, que Illa logre gobernar podría incluso llegar a perjudicar a la legislatura de Sánchez si estos socios de investidura le retiran su apoyo.
Feijóo: el 'cambio de ciclo' y el duelo con Vox
En cuanto al líder del PP, se juega el relato de que hay un 'cambio de ciclo' político que empezó en Galicia con la mayoría absoluta de Alfonso Rueda. Feijóo cree que en estos comicios se verá el desgaste de Sánchez, pero si el resultado en Cataluña no es bueno para el PP, este discurso del 'cambio de ciclo' se vería cuestionado.
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El segundo elemento es que Feijóo está en lucha por convertirse en el actor principal de la derecha y para ello tiene que ir imponiéndose a Vox, que ahora mismo tiene 11 escaños en el Parlament, frente a los tres de los 'populares'.
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