Carles Puigdemont defiende su pretensión de convertirse en president pese a ser segunda fuerza en las elecciones catalanas, tras anunciar su intención de presentarse a la investidura. "Todo el mundo tiene derecho a intentar formar gobierno, si cree que puede reunir un apoyo parlamentario que se lo permita", ha esgrimido este martes.

Lo ha hecho a través de sus redes sociales, donde ha citado otros casos de gobiernos en minoría para reivindicar la "legitimidad" de un potencial Govern presidido por Junts y aludiendo, además, a Ejecutivos encabezados por socialistas, en un momento en que el PSC ya ha dejado claro que solo contempla una investidura de Salvador Illa y que descarta hacer president a Puigdemont.

"En 2006, Artur Mas ganó las elecciones con seis diputados más de lo que ahora tiene el PSC, pero no gobernó. El año pasado, Collboni perdió las elecciones en el Ayuntamiento de Barcelona y fue alcalde gracias a un pacto con el PP, y tiene un gobierno en minoría. Pedro Sánchez perdió las elecciones españolas, pese a venir de presidir cuatro años al Gobierno español, y hoy sigueen el cargogobernando en minoría", ha argumentado.

Así, considera que es "muy incoherente y extraño" el "discutir la legitimidad de que ahora en Cataluña se pueda hacer lo mismo". "Todo el mundo tiene derecho a intentar formar gobierno, si cree que puede reunir un apoyo parlamentario que se lo permita. Descalificarlo de entrada, sobre todo por parte de quienes se han beneficiado siempre de este juego y consideran que criticarlo es no reconocer la legitimidad del gobierno resultante, es un error", ha advertido.

La suma de Puigdemont

La víspera, Puigdemont aseguró que "hay opciones de ir a la investidura" y conformar un Govern "de coherencia soberanista" en segunda votación. "Podemos agrupar una mayoría coherente, no absoluta, pero sí coherente", defendió el expresident de la Generalitat.

Esta posibilidad, sin embargo, pasaría necesariamente por al menos una abstención de los socialistas, que no están por la labor. El candidato del PSC, Salvador Illa, fue el claro ganador de unos comicios en los que obtuvo 42 escaños. Tras el 12M, Junts tiene 35 diputados en el Parlament, que, aun sumados a los del resto de fuerzas independentistas, no alcanzan la mayoría absoluta de 68 escaños.

La única opción de Puigdemont, por tanto, para convertirse de nuevo en president implicaría ir a una segunda votación, en la que basta una mayoría simple, y que los socialistas se abstuvieran, contando con que los partidos de la derecha y la ultraderecha no independentista -PP y Vox- en ningún caso le facilitarían la investidura.