A menos de 48 horas de que se abran las urnas en Cataluña la tensión comienza a crecer entre los candidatos ante un escenario único sin pactos a la vista y con la posibilidad de una repetición electoral. Unas elecciones que se deciden en Cataluña, pero impactarán en la política nacional tanto en el Gobierno de España, el Congreso de los Diputados y el Palacio de la Moncloa.
La campaña electoral catalana comenzó marcada por los cinco días reflexión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en los que hizo un parón para decidir si "merecía la pena" continuar en su cargo. Las encuestas apuntan a que, lejos de perjudicar al candidato socialista para las catalanas, esto habría tenido un tirón electoral ya que las encuestas le dan como favorito, aunque los números no dan para que gobierne en solitario.
Mientras el president Aragonés y ERC pelean por mantenerse en el poder, sobrevuela la incógnita de si serán superados por Junts con un Carles Puigdemont que este viernes planteaba las elecciones como las de su restitución como president. Por su parte, el PP de Alejandro Fernández confía en superar a Vox a costa de la caída Ciudadanos y aglutinar así todo el voto de la derecha.
Cierre de campaña
Este viernes, los líderes nacionales se han desplazado a Cataluña para respaldar a sus candidatos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aparecido por sorpresa en Tarragona a pocos kilómetros de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien ha acompañado al candidato popular, Alejandro Fernández y quien ha pedido precisamente unificar el voto contra Sánchez: "O el voto se une o tenemos más Sanchismo".
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, también han acompañado a la candidata de Comuns Sumar, Jessica Albiach, para intentar captar el voto de los indecisos y evitar una posible repetición electoral. "Para obligar, sí, a tener un Gobierno de coalición progresista", ha asegurado Díaz.
La mañana de este viernes el candidato de Ciutadans, Carlos Carrizosa, ha visitado la cárcel de Lledoners y ha comentado que "el señor Puigdemont no debería estar en la Generalitat, debería estar aquí", mientras la CUP se ha centrado en hablar sobre cambio climático.
El de Ciutadans no ha sido el único ataque protagonizado este cierre de campaña. Carles Puigdemont ha cargado duramente contra el PSOE en una entrevista concedida a 'ElNacional.cat', donde se ha referido a los socialistas como el partido de la "cal viva". Un ataque que Salvador Illa, en Al Rojo Vivo, ha achacado que se debe al "nerviosismo".
Giro radical del PP
Todos los candidatos intentan atraer el voto de ese 40% de catalanes indecisos que aún no han tomado una decisión. Mientras los socialistas se centran en los ciudadanos de izquierdas desencantados con el independentismo, los independentistas lo intentan acusando a Salvador Illa (PSC) de estar al servicio de Madrid. El líder de Junts, Carles Puigdemont ha amenazado hoy con que estas elecciones se trata de elegir entre "Puigdemont o Illa" en una manera desesperada de aglutinar todo el voto independentista. Por su parte, PP y Vox, compiten por ser cuarta fuerza. Para el PP, con tres escaños ahora en el Parlament, es fundamental recortar la distancia con Vox, que tiene 11.
Sin ir más lejos, esta última semana el Partido Popular ha endurecido su discurso hasta tal punto de parecerse mucho al de Vox con intención de recuperar esos votos que perdió en las pasadas elecciones de 2021. Fue este martes cuando el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, sorprendía al vincular la inmigración ilegal con la okupación.
Pero la derecha no se ha quedado solo ahí, estos días diferentes dirigentes han apoyado esta afirmación. Los populares no acaban de superar a Vox en las últimas encuestas y, a unos días de abrirse las urnas, las derechas han entrado en una competición por ver quién usa la inmigración de forma más torticera para arañar votos.
Posibles pactos
Las encuestas vaticinan que será el candidato del PSC, Salvador Illa, quien gane las elecciones, pero todo apunta a que no tendrá los apoyos suficientes para gobernar. De hecho, los catalanes acudirán a las urnas sin saber muy bien quién podría gobernar con quién.
En El Debat celebrado este lunes en laSexta, marcado por el choque constante entre candidatos, se afianzó aún más la idea de que las elecciones catalanas que se celebran este próximo domingo -y sus posteriores pactos-, dejarán a Cataluña en una situación insólita: conseguir un Govern "arañando" pactos entre partidos o la posibilidad de una repetición electoral.
Ninguno de los partidos quiso mojarse respecto a los posibles pactos tras el 12M. Ni siquiera ERC, socio del Gobierno español en el Congreso, ha afirmado que apoyaría al candidato socialista de ganar las elecciones. Tampoco lo ha hecho Illa. Quien había abierto esta semana la puerta a pactar con Junts, no ha querido confirmar que así lo haría si fuera necesario.
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Pero en lo que sí se han puesto de acuerdo la mayoría de candidatos es en poner freno a la ultraderecha. El pasado miércoles, todos los partidos menos PP y Cs -PSC, ERC, CUP, Junts y Comuns Sumar- se comprometieron a no pactar con la ultraderecha de Vox y Aliança Catalana.
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