"Creo que lo mejor para mi país en estos momentos es que Vox no esté en el futuro Gobierno de España". Estas son las últimas declaraciones de Borja Sémper, portavoz de campaña del PP, en una entrevista concedida a 'El Correo' y que reflejan una postura que choca con lo que está ocurriendo en diferentes puntos del territorio español donde los 'populares' han pactadoo buscan pactar con la extrema derecha para formar gobiernos.

Ocurrió en la Comunidad Valenciana, donde este lunes se constituyen las Corts tras el pacto por el que Vox se queda con la presidencia y tres consejerías en el gobierno autonómico. Puede ocurrir tambiénen Baleares y Aragón, donde todavía el PP negocia la formación de los gobiernos con la ultraderecha.

Perotambién ocurre en Extremadura, donde ladirección nacional del PP movió ficha, saltándose a su candidata María Guardiola, para intentar romper el muro de hielo que se había formado con Vox al negarse Guardiola a incluirlos en un un gobierno.

Así las cosas, mientras Génova presiona para desencallar las negociaciones con Vox incluso en aquellos lugares en los que los dirigentes 'populares' autonómicos no quieren sumarlos a sus hipotéticos gobiernos, Sémper dice que a nivel nacional es mejor que Vox no esté en el Ejecutivo español.

Y al ser preguntado por si considera a Vox extrema derecha, Sémper suaviza el asunto. En la ya citada entrevista, Sémper dice que "es un movimiento complejo" y un partido "de corte populista" con el que mantienen diferencias "muy importantes", y evita así en todo momento calificar al partido de Santiago Abascal de extrema derecha.

Desde Vox, el secretario General del partido de ultraderecha, Ignacio Garriga, asegura que están "perplejos" tras las declaraciones que ha dado el portavoz de campaña del Partido Popular. "Esas palabras generan inquietud", dice, y bromea sobre si le ha dado "una insolación con eso de 'Verano Azul'. "No entendemos ciertas declaraciones donde se ataca abiertamente a los votantes de Vox", dice Garriga.

En mitad de estas contradicciones en las que el PP está inmerso por sus relaciones con Vox, el líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, ha participado en un acto con militantes en Salamanca junto al presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco.

El Gobierno de Mañueco fue el primero en sumar a la extrema derecha, y aunque Feijóo no hizo referencia a ese pacto, sí que el castellanoleonés quiso reivindicar que desde que se formó el Ejecutivo no han cambiado tantas cosas. "Desde que formamos Gobierno se han oído muchas cosas, pero la única realidad es que seguimos creciendo en derechos sociales, en la igualdad entre hombres y mujeres".

Parece olvidar Mañueco que el acuerdo con Vox en Castilla y León fueel primero en el que se habló de "violencia intrafamiliar"suprimiendo el término "violencia machista". Una demanda de los de Abascal a la que los 'populares' de otros puntos de España están también sucumbiendo.