Pedro Sánchez será el nuevo candidato para ser investido presidente del Gobierno. Así lo ha confirmado en la tarde de este martes la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, minutos después de haberse reunido con Felipe VI. Tras el fracaso de Feijóo, que no alcanzó los apoyos suficientes ni por mayoría absoluta ni simple -necesitaba únicamente más 'síes' que 'noes' en este último caso-, el rey ha optado por asignar al líder socialista la tarea de formar un ejecutivo que dé pie a una nueva legislatura en nuestro país. Eso sí, de momento no hay fecha para el debate de investidura.

La máxima responsable del Congreso ha recordado que "el calendario se puso en marcha con la primera investidura", y que ahora "los tiempos están muy marcados". "Se tiene hasta el 27 de noviembre para hacer posible esta investidura, por lo que trasladaré al candidato la propuesta del rey y escucharé su propuesta de tiempos necesarios", ha explicado Armengol, que ha detallado que es el turno de las negociaciones políticas oportunas para poder llegar a la investidura con apoyos suficientes.

Tan solo unos instantes después del comunicado de Armengol, Sánchez ha intervenido en rueda de prensa desde el Palacio de Moncloa para comunicar la decisión del monarca, así como para iniciar que este mismo miércoles iniciará la ronda de contactos "ilusionado y consciente de la enorme responsabilidad". El líder del PSOE ha querido remarcar que "para la gobernabilidad del país había dos opciones": "La del PP con Vox y la del PSOE con Sumar". Y en este sentido, ha recordado que el pasado 23J las urnas "hicieron inviable un gobierno de involución", en referencia al bloque de la derecha.

"La investidura fallida de Feijóo con la ultraderecha lo confirmó", ha subrayado el líder del Ejecutivo en funciones, apuntando que ahora le corresponde "ponerse a la tarea" y acordar un nuevo gobierno de coalición progresista que comenzará a negociar este mismo miércoles. "Mañana comenzaré esa ronda de contactos. Empezaré con Yolanda Díaz, tendré una reunión con ella en las Cortes". Sí ha matizado Sánchez que no habrá espacio para la ultraderecha en este camino: "En los próximos días voy a reunirme con todas las fuerzas parlamentarias, menos con Vox".

Sin mención a la amnistía

Ya entrando en materia, el líder socialista ha manifestado su deseo de poner en marcha "un proyecto ambicioso y comprometido con las clases sociales". Y ha ahondado en esta cuestión: "Queremos un proyecto basado en el progreso social, queremos empleos estables y salarios dignos, pensiones seguras para los jubilados, formación para nuestros jóvenes, hacer de la vivienda un derecho, y no un bien de lujo para muchas generaciones". Todo enmarcado en un "proyecto social desde la igualdad entre hombres y mujeres".

Sánchez también ha hecho referencia a la negociación con Junts y ERC y a las condiciones de los partidos independentistas para apoyar su investidura. "Aspiro a conseguir la convivencia entre españoles. En 2018 tuve que hacerme cargo de una de las peores crisis territorial. No ha sido fácil porque no he contado con el principal partido de la oposición para ello. Para poder superar todo lo vivido, hemos dado pasos decididos a favor de esa concordia. He tomado decisiones difíciles muchas heredadas del PP. Cuando decidí los indultos pensaba en los beneficios en Cataluña para superar lo sucedido en 2017".

La situación en Cataluña ahora no tiene nada que ver con la situación que me encontré, y en esa senda voy a seguir"

"Hoy puedo constatar que fue una decisión acertada en aras del interés general. Hoy las tensiones han retrocedido decididamente y España está más unida que en el año 2018, cuando fui elegido presidente", ha valorado Sánchez, incidiendo en que "somos un país más unido, más fuerte, escuchado y respetado en el escenario internacional y europeo". Así, su deseo, según ha añadido, "es continuar con esa hoja de ruta", teniendo "siempre" como marco "la Constitución Española". Es por ello que ha apelado "a la responsabilidad de todas las fuerzas parlamentarias para traducir esa mayoría social en un gobierno de progreso y de convivencia que dé respuesta a muchos de los desafíos que sufren los ciudadanos en el ejercicio de sus vidas cotidianas".

Sin mencionar la palabra amnistía, Sánchez ha expresado que "un conflicto político debe defenderse en la política y no con otros actos", y que la prueba de que se ha recorrido un camino fructífero es que "la situación en Cataluña no tiene nada que ver con la situación que me encontré y en esa senda voy a seguir". "Esa senda implica responsabilidad, compromiso y liderazgo, es a lo que tenemos que ser convocados todos aquellos que queremos resolver en una democracia un problema político como el que hemos sufrido", ha añadido el presidente en funciones. Así, no aclara el estado de las conversaciones con los independentistas catalanes, ni si accederá a todas sus demandas.