Las intenciones de Vox son claras: quiere prohibir toda simbología LGTBI de todas las Administraciones locales y autonómicas. Por eso, ha exigido su retirada, no solo donde gobierna con el PP, sino también en municipios donde no tiene ningún poder. Por ejemplo, ha pedido su retirada del Ayuntamiento La Zubia (Granada) y Mérida, ambas en manos de los socialistas, o de Badajoz, donde el PP gobierna en solitario.
Por un lado, la ultraderecha ha denunciado ante la Guardia Civil a la alcaldesa del municipio de La Zubia (Granada), Purificación López, por colgar la bandera LGTBI del balcón consistorial por el Día del Orgullo. La representante de Vox en esta localidad Lucía Cuadros se personó en dependencias de la Guardia Civil para formalizar una denuncia contra la alcaldesa del PSOE, una declaración en la que llamó "alcalde" a la regidora en un "claro ejemplo de su afán por invisibilizar a las mujeres y a los colectivos LGTBI", según ha apuntado en un comunicado la denunciada.
La alcaldesa ha lamentado que la Guardia Civil haya tenido que intervenir porque la bandera arcoíris luce en el balcón de su despacho y ha recalcado que la denuncia es una muestra más del desprecio de Vox al colectivo LGTBI, "al que ataca continuamente con sus gestos y su odio". "Esta alcaldesa y este equipo de Gobierno harán todo lo que esté en sus manos para reivindicar y condenar las agresiones de odio, los discursos homófobos y el retroceso en derechos y libertades dentro de la más absoluta legalidad", ha apuntado.
Mientras que en Badajoz, Vox ha solicitado al alcalde 'popular', Ignacio Gragera, "la retirada inmediata de la iluminación con los colores que simbolizan al colectivo LGTBI de la fachada del Ayuntamiento", según una nota de la formación. El partido ultraderechista alega que "estos símbolos carecen de reconocimiento legal válido en ninguna administración territorial y, por tanto, solo pueden ser calificados de parciales y electoralistas, por lo que no representan a la mayoría de los ciudadanos".
Además, aseguran que el "uso de simbología del lobby LGTBI no aporta nada al bienestar general de los ciudadanos", y habla de "adoctrinamiento". "El ayuntamiento es un espacio público, representante del Estado español en cada localidad, por lo que solo los símbolos y las banderas institucionales deben ser expuestos", sostiene la extrema derecha.
En Mérida, donde la alcaldía está en manos del socialista Antonio Rodríguez Osuna, Vox se ha manifestado en el mismo sentido, asegurando que la "fachada del Ayuntamiento está embanderada con banderas que no pertenecen a lo que dicen el Tribunal Supremo y la Constitución". "Si seguimos saltándonos la ley, el día de mañana vamos a ver la bandera de los pedófilos y vuestros hijos y mis nietos pueden estar metidos en eso", ha expresado el concejal ultra Francisco Piñol.
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Cabe recordar que en los casos en los que sí puede hacer algo Vox, como en Castilla y León, ha amenazado con mandaral servicio de seguridad de las Cortes a los despachos del PSOE para quitar la bandera LGTBI. El presidente de las Cortes, Carlos Pollán, pidió el miércoles a los socialistas que retiren del exterior de los despachos de su grupo parlamentario la bandera arcoíris que ha colocado para celebrar el Día del Orgullo LGTBI+ y ha anunciado que de no hacerlo ordenará a los servicios de seguridad de la Cámara que accedan a ellos para retirarlas.
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