Que a alguien le toque el Gordo de la Lotería de Navidad, a priori, solo le puede alegrar la vida. Si bien no se la resolverá —se necesitarían las habilidades ahorrativas de Concha, personaje de Aquí no hay quien viva, para irse al otro barrio sin ningún apuro económico—, el éxtasis de saber que este año sí 'se tapan agujeros' emocionaría a cualquiera. Pero, ¿y si ganar la lotería se convierte en un auténtico conflicto familiar?

Como explica Patricia Moreno, miembro de Hedilla Abogados —un despacho especializado en el asesoramiento legal y jurídico de Administradores de Loterías— a laSexta.com, "estar casado bajo el régimen de gananciales (que estipula que los bienes y beneficios de los cónyuges son comunes) parece una chorrada, pero puede tener unas repercusiones importantes en la separación".

Moreno pone un ejemplo que se dió en su propio bufete. Si una persona que está en proceso de separación (pero sin ser oficial), comparte un décimo con sus hermanos, “no solo lo comparte con estos, sino también con su cónyuge”. Al fin y al cabo, es un proceso complejo: “Cuando te casas, creas una comunidad legal. En España hay diferentes tipos de régimen, pero por defecto, a no ser que lo cambies ante el notario, el que se impone es el ganancial, y esto solo significa una cosa: todo es de todos”, expresa al otro lado del teléfono.

El entuerto de no querer compartir la lotería con tu ex: ¿cómo se resuelve?

“Los procesos de separación pueden durar años”, explica Moreno. Un hecho que hace más que real la posibilidad de que alguien que no quiere saber nada de su pareja se vea ante el riesgo de compartir las ganancias de un premio extraordinario: “Imagina que compras un décimo con la suerte (o mala suerte, señala entre risas), de que te toque. En este caso, tu exmujer o exmarido, que solo es así a efectos reales, pero no legales, tiene derecho a recibir su parte, a no ser que acredites que dicho décimo está comprado con dinero propio y privativo”, añade.

Demostrar que has comprado un décimo con tu propio dinero, de forma que sea completamente ajena a tu cónyuge, insiste Moreno, es una tarea difícil: “Hay muchos procedimientos. Lo habitual es que la expareja que no ha comprado el décimo demande a la persona que sí lo ha adquirido”.

Ante esto, desde la experiencia en un bufete, la jurista tiene clara cuál es la estrategia de los que defienden al demandado: “La práctica real con los clientes que hemos tenido deja un objetivo claro: que ese dinero nunca acabe en la cuenta de la otra persona hasta que no haya una sentencia”, afirma.

Por ello, Moreno recomienda precaución ante todo. Es decir, si hablamos de dos personas que por su mala relación apenas coinciden, “lo mejor es no darle ningún tipo de publicidad al hecho de que te ha tocado la lotería”. Básicamente, “porque en un juzgado tienes todas las de perder”, sentencia la experta. Habría que demostrar que la separación es seria y prolongada y, como mencionaba Moreno, esto no siempre es posible. A efectos legales, hasta que no se formalice nada, lo tuyo es suyo (y viceversa).

¿Cómo afecta la Lotería de Navidad a tu renta?

Dejando a un lado las consecuencias que tendría ganar el primer premio de la Lotería en un matrimonio roto, también hay otros aspectos del premio que hay que cuidar y tener en cuenta. Principalmente aquellos que tienen que ver con qué ocurre después: ¿habrá que pagar impuestos por la cantidad que acabas de recibir?

Según la propia Patricia Moreno, "hacerse con un premio de la lotería no debería alterar la renta del ganador". Esto se debe a que, si no se ha cometido ningún error (por ejemplo, a la hora de repartir el premio con amigos), el importe que se recibe al cobrar el décimo en un banco va libre de impuestos: "Esa persona ya ha recibido el premio con un 20% menos de cantidad, que es lo que se aplica a los premios que superan los 40.000 euros", afirma la abogada.

No obstante, sí hay un caso en el que se abre la posibilidad de tributar en la declaración de la renta por haber obtenido un premio de lotería: es el mencionado anteriormente, cuando se ha compartido con alguien. "Nosotros siempre recomendamos que se abra una única cuenta del banco entre todos los que hayan ganado", expresa Moreno, y sigue: "Si tú compartes con una amiga un décimo premiado con 50.000 euros y lo ingresas en tu propia cuenta (no en una conjunta); es decir, que le tienes que pasar 25.000 euros, en el IRPF deberás declarar que has donado ese dinero".

Ante esto, estamos hablando de un importe que habría que justificar: “Fiscalmente estamos hablando de una ganancia patrimonial, aunque realmente no te estás llevando un duro”, concluye Moreno. Por ello, la solución siempre es la misma: no dividir el dinero a repartir en diferentes cuentas.