Cacheos, registros de bolsos, mochilas y en algunos casos identificación... fuertes medidas de seguridad en el World Pride. Madrid ya es una ciudad blindada, desde el aire y sobre el asfalto.
Están cortados todos los accesos en Metro a la Puerta del Sol y decenas de agentes se han posicionado en las calles aledañas a Chueca y Sol.
Pero el gran despliegue de seguridad se espera con la manifestación del Orgullo. Adiós a cantar y bailar junto a las carrozas; el recorrido estará vallado de principio a fin. Además, todos los que vayan subidos a las carrozas deberán llevar una pulsera identificativa.
La manifestación comenzará en Atocha y finalizará en Colón, con un carril de evacuación especial paralelo al recorrido. Un total de seis plazas tendrán limitado el aforo y en Cibeles se instalara el centro de coordinación operativa de seguridad. Un despliegue increíble de seguridad que contará en total con 3.500 efectivos.
La manifestación del orgullo del sábado ha sido todo un desafío para las fuerzas de seguridad: se esperan más de dos millones de personas. Se han previsto carriles de evacuación que irán paralelos al recorrido, por primera vez habrá un vallado y han identificado con pulseras a todos los que vayan en una carroza. Una fiesta que detrás tiene mucha reivindicación.