Era una marcha reivindicativa con 52 carrozas y sus mensajes lo dejaban claro pero también era un día para la diversión. En un orgullo de talla mundial, no podía faltar el color y la purpurina, tampoco las plumas de centurión romano, de gigantesco buitre o de pájaro multicolor.
Y ya que estamos, que no falten las mariposas, las mariposas multicolor y ¿por qué no? los mariposones gigantes. En Madrid todo el mundo reivindicaba su libertad sexual. En Madrid ondeaban banderas de muchos colores y de muchos países y entre tanta representación internacional la delegación americana se llevaba la palma.
Hay quien decidía cubrirse con la bandera arcoíris, le pegaba, pero lo normal en estas fechas es ir más fresquito. Entre el desfile de torsos nos quedamos con… imposible elegir. Aunque para cuerpos y obviedades, el cuerpo de bomberos.
Todo el mundo se divertía, incluso luchando contra los armarios porque era una fiesta para de estar orgullo y para proclamar el amor y la libertad. A beso o a gritos en Madrid todos querían decir las cosas sin tapujos: 'Viva la mariconería'.