La imagen de seis transexuales encabezando la primera manifestación del orgullo LGTBI de nuestro país en 1977 en Barcelona se había convertido en la imagen de aquel momento histórico.
Pero ahora se puede ver este trozo de historia por primera vez en movimiento. Luis Rambla asistió a la primera manifestación del Orgullo en 1977, y cuenta que la imagen "es una fotografía muy bonita, pero no reflejaba la realidad de la manifestación".
Recordaban que no son maricones, sino transexuales. pero la imagen real eran las 4.000 personas de detrás, entre las que había homosexuales, activistas de izquierda o familias que no hablaban de matrimonio ni de igualdad, sino que pedían que se les dejara en paz.
Todos pedían que se les sacara de la Ley franquista de Peligrosidad Social que les condenaba hasta a 5 años de cárcel por ser homosexuales. "Una persona que trabaja y que se gana la vida honradamente no tiene por qué ir escondiéndose como si fuera un ladrón. A los ladrones por la calle les respetan y a nosotros no", explicaba uno de los asistentes a la marcha.
Sin embargo, no todos comulgaban con tanta libertad. Otro ciudadano aseguraba estar "en contra de una libertad absoluta porque en parte está en contra de las personas también".
Ahora recuperamos aquellas imágenes gracias a José Romero, entonces un joven cinéfilo de 32 años que grabó la primera manifestación del Orgullo en 1977: "El miedo lo teníamos todo, pero decidimos que teníamos que salir y que teníamos que dar la cara".
A su alrededor había decenas de fotógrafos a cuyos objetivos les costaba parpadear ante las tetas y los culos de la liberación sexual.
Más manida les resultó el final de la manifestación, con manifestantes huyendo rambla abajo y por los aledaños de los grises. María Girald, asistente, explica que "al final de la manifestación los grises cargaron y se produjeron barricadas con las sillas que había al final de las ramblas".
José Romero, por su parte, lamente que "no salieron imágenes en televisión ni nada. Fuimos ignorados totalmente, como si aquello no hubiese pasado".
No fue la tele, pero la prensa sí recogió la manifestación y las cargas. Armand de Fluvià, fundador del Front d'Alliberament Gai de Catalunya, cuenta que todos los periódicos hablaron en positivo, y a partir de entonces los periodistas nos perseguían para entrevistas".
Fue el comienzo, el germen del movimiento LGTBI. Y ninguno de los asistentes siquiera había empezado a soñar lo conseguido 40 años después.