Durante varias semanas, el sorteo de Euromillones puso en juego unbote más que interesante, el máximo registrado hasta la fecha. Los 230 millones de euros del sorteo se alcanzaron a principios de julio, después de que éste se fuera acumulando al no haber ganadores de primera categoría. Dado que no se puede seguir aumentando este bote de manera indefinida, se sortea la misma cantidad durante varias semanas y, en caso de que no hubiera un ganador de primera categoría, se repartiría ente los acertantes de la siguiente categoría inferior con ganadores. No hizo falta: unas dos semanas después de que el Euromillones alcanzara el tope de los 230 millones de euros, un británico se lo llevó completo.
Ahora bien, ¿quién es el nuevo multimillonario? Al contrario de lo que ocurre en Estados Unidos, donde casi siempre se da a conocer al ganador de cada sorteo —en algunos estados hay un periodo de 90 días en los que se garantiza el anonimato, pero después la información del premiado puede hacerse pública—, en Reino Unido es bastante común no conocer a los ganadores de grandes premios. Ocurre algo similar en España, donde Loterías y Apuestas del Estado no obliga a disponer de manera pública la información personal del portador de un boleto premiado; en suelo británico, si un jugador de loterías convertido en millonario prefiere quedarse bajo la sombra del anonimato puede hacerlo sin problemas.
No obstante, lo que sí se hace público, tanto en España como en Reino Unido, es el número de personas que se han llevado qué premios y, en determinados lugares, como es el caso de España, la administración de Lotería donde fue validado el boleto premiado. Esta mínima información puede provocar muchas habladurías y rumores acerca del posible ganador, especialmente en poblaciones pequeñas, donde todos los vecinos se conocen.
Es precisamente lo que ha ocurrido en Formby, una pequeña aldea de Liverpool con algo más de 23.000 habitantes. El pasado 19 de julio se anunció que el bote del Euromillones había sido ganado por un británico, y el responsable de la organización de loterías del país (Camelot), Andy Carter, fue el encargado de anunciar, con grandes celebraciones, que esa persona desconocida se acababa de convertir en "el mayor ganador de Euromillones de la historia", además de ser "el cuarto afortunado en llevarse este premio en lo que va de año y el decimoquinto del Reino Unido en llevarse más de 100 millones de libras". Pero nunca se dijo su nombre.
Apenas una semana más tarde, el pueblo entero de Formby sucumbía al rumor: el boleto ganador se había vendido allí. El diario regional 'Liverpool Echo' se desplazó hasta el municipio para preguntar, y varios trabajadores de diferentes tiendas aseguraron que habían escuchado la historia: que la papeleta premiada se había vendido en algún establecimiento del pueblo, destino turístico habitual entre los nacionales, que suelen ir a Formby a hacer excursiones de un solo día. "La gente viaja desde Manchester, Leeds o Liverpool para pasar el día en Formby", señaló una trabajadora de una tienda del pueblo. No es de extrañar si se tiene en cuenta que Liverpool se encuentra a solo media hora, Manchester a una hora y Leeds a hora y media de esta localidad costera, con acceso a playa.
"Escuché que la persona que había ganado era de Leeds y que había estado aquí el lunes o el martes, que había venido a pasar el día", indicó esta trabajadora. Otra, propietaria de un quiosco de la zona, aún esperaba entonces a que alguien le confirmara el punto de venta del boleto premiado. "Si eres el que vende el boleto ganador, te van a poner una pancarta y convertirán esto en un gran evento. Yo no he escuchado nada, pero la gente dice que se ha vendido en Formby. Yo no lo sé. Y tampoco sé si esa persona es de Formby".
La SELAE inglesa ni confirma ni desmiente
El mismo periódico se puso en contacto con Camelot para preguntar si, efectivamente, el boleto había sido validado en la pequeña aldea costera; sin embargo, al contrario de lo que sí ocurre en España, la organización británica de Loterías aseguró que no podía confirmar ni desmentir esa información. Un portavoz de la entidad sí confirmó que el ganador de los 230 millones de euros ya había reclamado su premio, pero que todavía no se había tomado ninguna decisión sobre si su información personal se iba a hacer pública o no.
Mientras, un empleado de una tienda Bargain Booze aseguraba que había sido él el que había vendido el boleto ganador. "Estoy seguro de que lo vendí. Recuerdo haberle servido a un muchacho, miré el boleto y los números parecen los correctos [los que ganaron]", señaló al 'Liverpool Echo' el trabajador. "Nuestro jefe está de vacaciones y no hemos sabido nada de Camelot sobre si el boleto fue vendido aquí o no", añadía. Entonces... ¿se vendió o no se vendió en Formby?
Lo cierto es que después de toda esta historia, a esta misma tienda, al Bargain Booze de Formby, llegó una carta manuscrita del supuesto ganador del Euromillones. En la misiva se podía leer esto:
"Querido Bargain Booze,
No sé de dónde habéis sacado la idea de que el billete de Euromillones se compró en vuestra tienda. Yo soy el ganador y compré el billete en Paisley. Solo para que conste.
Firmado: Señor J. U."
Camelot sigue sin poder confirmar aún la ubicación del punto de venta del boleto, y tampoco se sabe si esta carta pertenece realmente al ganador de los 230 millones de euros. De ser así, el boleto ganador se habría adquirido en algún punto de una localidad ubicada a más de 350 kilómetros de distancia, en Escocia, cerca de Glasgow. Y hasta la fecha esto es todo lo que se sabe de la persona que se ha hecho con el mayor bote de la historia de Euromillones.