El Maestro Joao intenta cada año adivinar el Gordo de la Lotería de Navidad, que reparte400.000 euros al décimo o 4.000.000 de euros a la serie, con su propio método. Lo hace con un péndulo de ojo de tigre que atrae el dinero, la suerte y el éxito, tal y como explicó en Zapeando.

Así, cada año coge el péndulo en su casa y le va preguntando por cada número (del 0 al 9) con dos carteles que dicen 'sí' y 'no'. Aplicando una doble verificación y valiéndose del movimiento del péndulo extrae su predicción. El año pasado se decantó por el 03261 y lo cierto es que los jugadores que le hicieron caso no se llevaron absolutamente nada, como se comprueba al filtrar el resultado en el lotómetro. Ni un mísero reintegro.

Pero no es el motivo principal por el que no hay que hacerle caso. El verdadero motivo, que él mismo explicó en Zapeando, es que la lotería es un juego de azar que no responde a ningún cálculo estadístico o predicción. Todos los números de la Lotería de Navidad tienen la misma probabilidad de salir del bombo grande el próximo 22 de diciembre.

Aún siendo consciente de esto, el famoso vidente ha vuelto a intentar adivinar la cifra augurando que el segundo premio, de 125.000 euros al décimo o 1.250.000 euros a la serie, terminará en 05 y el tercero, de 50.000 euros al décimo o 500.000 euros a la serie, en 73. También se ha atrevido a dar el número del Gordo, en declaraciones a los 40 Principales. El presentador de televisión tiene claro que será el 35.040.

La predicción del famoso vidente ha calado, pues el medio local La Voz del Tajo asegura que el número se ha agotado en única administración que lo tenía. Ya se han vendido las 93 series del 35.040.

Los rituales loteros del Maestro Joao

Más allá de tirar de ojo de tigre para intentar predecir números de la lotería, el Maestro Joao tiene sus propios rituales para atraer la buena suerte. Algunas de ellas las confesó el equipo de Zapeando, como las de las monedas de cobre en un vaso, que al mezclarlas con canela "atraen muchísimo las buenas vibraciones para que venga abundancia".

Acto seguido, en el lado cóncavo o interior de una cuchara se escribe con un rotulador el número de nuestro décimo y, en el convexo o exterior, se anota la palabra 'suerte'. Se reboza este utensilio en el contenido del vaso, se enrolla el billete de lotería en el mango de la cuchara y se ata con un hilo rojo.

Finalmente se entierra en una planta que traiga suerte, como el laurel, el romero, la hierbabuena o la flor de Pascua. Solo se puede sacar una vez terminado el sorteo y se debe 'plantar' una cuchara por cada número.