La Lotería de Navidad es el sorteo con más solera de España. No solo es uno de los más ‘generosos’ con los que participan (a diferencia de la Primitiva o el Euromillones, la probabilidad de recuperar el dinero invertido es visiblemente mayor), sino que además ya forma parte de las fiestas como una tradición más. No importa lo bajas que sean las probabilidades de llevarse el Gordo: al final, siempre se prueba suerte alguna vez.

La Lotería de Navidad está hecha para todo el mundo. Técnicamente, cualquier persona que esté en España en el momento en el que se comercializan los décimos tiene la posibilidad de probar suerte. Ahora bien, como explica Patricia Moreno, miembro de Hedilla Abogados —un despacho especializado en el asesoramiento legal y jurídico de Administradores de Loterías— a laSexta.com, se trata de un sorteo con unas características “muy limitadas”.

“Cualquier persona puede comprar lotería, pero no todas las administraciones van a enviar dicho décimo fuera de España, porque no se debe comercializar de esa forma”, indica la experta. Otra cosa ocurre cuando la persona que quiere participar sí se encuentra físicamente en el país: “Puede comprarla e irse. Pero si le toca, debe de tributar en España; es decir, llegado el momento, va a tener que declararlo aquí. ¿Cómo le afectará en la tributación de su país? Eso ya depende de cada lugar”, expresa al otro lado del teléfono.

En esta línea, si un extranjero gana la lotería también debe de estar en España para cobrar el premio, “y tendrá que abrirse una cuenta bancaria en alguna sucursal de aquí”, añade Moreno.

¿Y qué pasa si eres español pero estás fuera?

“Nunca se ingresará el dinero de la lotería en una cuenta extranjera. Realmente da igual la nacionalidad, porque es un premio que solo existe en España y está sujeto a la tributación española”, apunta la experta. De este modo, “no exime el hecho de que una persona lo compre y esté fuera”.

Según la jurista, a la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) “le da igual quién seas, lo importante es que enseñes el décimo”. Por ello, en el caso de un español (o incluso un extranjero) que no se encuentre en España, le bastaría con enviar a una persona de confianza a cobrar el premio en su lugar. Aun así, insiste la abogada, el requisito principal será el de ingresar el dinero en una cuenta de un banco español. Porque la cantidad que gane el afortunado será adjudicada una vez después del pago de impuestos.