Sara García, bióloga molecular y astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA por sus cifras en inglés), se sienta a charlar en Metafuturo sobre la carrera especial y otros empleos del futuro. "Para ser astronauta, tiene que haber una oferta de trabajo, que casi es lo más complicado de todo el trabajo", afirma. Y, es que, la Agencia Espacial Europea saca plazas cada 10 ó 15 años.
Ella había descartado ser astronauta, porque lleva 12 años dedicándose a la investigación oncológica. "Mi carrera estaba definida", señala, a esto se sumaba que no creía que su perfil fuese el idóneo para serlo, pero con "una carrera de ciencia y tecnología o medicina se puedes serlo".
"Me parece bonito que las siguientes generaciones puedan tener referentes en la ciencia y tecnología para que no lo vean tan ajeno", comenta, y lo puedan sentir "algo más cercano". "Si está en mi mano poder servirles de ejemplo, es un orgullo. Se puede conseguir llegar muy lejos y cumplir sueños. La profesión de astronauta es algo muy extraordinario porque hay muy pocas plazas y surgen cada 10/15 años, pero sí se puede conseguir con el esfuerzo y las ganas", indica.
Asimismo, Sara Garcíahabla de cómo es la vida en el espacio y cómo es la vida de astronauta. Ella empieza los entrenamientos el próximo lunes en Alemania, pero, para que no sea "demasiado disruptivo para su carrera", le van a concentrar en dos meses los entrenamientos de astronauta. "La preparación es tanto física como psicológica, porque hay que aprender a vivir en condiciones de microgravedad". "Yo voy a seguir de investigadora oncológica", asevera.
Tras esto, la astronauta explica que, en el espacio, "el agua es el bien más preciado, por lo que ducharte o consumir agua no es opcional". "El agua se recicla, incluido la orina de los astronautas", explica, para eso tienen unos sistemas de purificación que también se aplican en la Tierra para hacer filtraciones de agua en zonas que son áridas y hay escasez. Por su parte, "la comida tiene que estar en bolsa y la bebida igual, pero con pajita". "No puede haber alimentos perecederos ni frescos, porque se pondrían malos. Tampoco puede haber pimienta por si se rompe el bote y hay velcro por todas partes para dejar las herramientas adheridas", explica.
Otro aspecto fundamental de ir al espacio es saber "vivir en condiciones de aislamiento y confinamiento, porque las misiones suelen durar seis meses y no puedes salir de ese espacio". "Si hay algún conflicto entre personas, hay que solucionarlo porque vas a convivir y trabajar en equipo. También saber estar mucho solitario". Por lo que "hay que saber lidiar con la soledad, el aislamiento y con otras personas". Es por eso que es fundamental entrenar la "adapatabilidad, flexibilidad y empatía". También "hay que ser capaz de tomar las riendas y ser capaz de ser líder, pero también apoyar a líderes y aceptar decisiones".
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"De los 18 meses que duró el proceso de selección, el 80% de los exámenes estaban enfocados en evaluar los perfiles a nivel psicológico para ver si, llegado este tipo de de situaciones, eres capaz de mantener la calma operando bajo presión y solucionar cualquier tipo de problema que puede surgir", detalla la astronauta en el vídeo principal de la noticia, dónde cuenta cómo son los entrenamientos para viajar al espacio y cómo es vivir en el mismo.