Los cinemómetros son máquinas muy complejas y precisas, equipadas con todo tipo de elementos de control entre los que podemos encontrar, por ejemplo, cámaras de alta resolución. Además, cuentan con un potente sistema de gestión que les permiten actuar en todo tipo de situaciones, independientemente de la hora del día o de la cantidad de tráfico de la carretera.
Sin embargo, en ocasiones los radares también se equivocan: no suele ser culpa del propio aparato en sí (aunque también puede pasar, es algo mucho más raro) sino por una calibración errónea del sistema de multas, que les hace actuar cuando no deberían. VER VÍDEO.