Pensar en un hiperdeportivo capaz de superar los 429 km/h del Bugatti Veyron Super Sport ya era algo que daba mucho vértigo, sin embargo, la firma francesa estaba lista para establecer una plusmarca que se convirtiera de nuevo en toda una referencia mundial. Una forma de mandar un mensaje no solo a Hennessey y Koenigsegg, sino también a todos los nuevos fabricantes de hiperdeportivos que se puedan atrever a discutir la supremacía de los automóviles galos.
Tan seguros estaban de que su registro permanecerá algún tiempo en lo más alto de la tabla, que un día después de conseguir alcanzar los 490 km/h con el Bugatti Chiron Sport, los responsables de la empresa anunciaban que no habrá en el futuro nuevos intentos de récord. Retirados de la carrera por ser los más rápidos en lo más alto, como ya lo hiciera Usain Bolt en el atletismo, muchos todavía se preguntan hasta dónde puede llegar esta particular batalla armamentística de la industria del automóvil deportivo.
El presidente de la compañía, Stephan Winkelmann apuntaba que el objetivo de Bugatti era el de alcanzar "la marca mágica de los 490 kilómetros", sin embargo, Andy Wallace, el piloto británico que podemos ver en las imágenes del récord, cree que el Chiron no había llegado al límite de sus posibilidades. Según declaraciones del británico a Autoblog, el coche era capaz de seguir acelerando, sin embargo, con los trabajos de repavimentado de la pista de prueba Ehra-Lessien impidieron que se hubiera mejorado el registro en al menos otros dos kilómetros. Según Wallace, con más asfalto o menor resistencia aerodinámica se podría haber coqueteado con una cifra aún más mágica.
Se habían preparado para rozar los 500 Km/h con la seguridad suficiente. Y es que cuando se anunció que llegaría un sustituto para el Veyron con un motor W16 con 1.500 CV de potencia se apuntó a que no habría neumático que resistiera superar los 450 km/h. A partir de ahí, Bugatti y Michelin trabajaron codo con codo aprovechando la cercanía de sus sedes, dando lugar en este caso al Michelin Sport Cup2, con una estructura de rueda prácticamente única, introduciendo una capa de fibra de carbono en la carcasa que dotaba a la goma de mayor resistencia.
Estos 'rodillos' en teoría deberían llegar a la producción, en este caso para calzar al Bugatti Chiron Super Sport 300+ del que se construirán apenas 30 unidades y que utilizarán la misma configuración aerodinámica que la que se empleó para batir la marca de los 490 km/h. Hennessey ya ha prometido venganza, ¿podrá quedarse Bugatti mano sobre mano sabiendo que tienen todavía margen para mejorar la cifra?