Google ha decidido suspender sus negocios con la compañía china Huawei, después de que Donald Trump la incluyera en la 'lista negra' de empresas que suponen una amenaza a la "seguridad nacional". Sin embargo, el veto estadounidense al gigante tecnológico tendría detrás una explicación geoestratégica: el control del 5G.
"Estados Unidos se da cuenta de que China está avanzando mucho más rápido que ellos -y que nosotros- en las tecnologías 5G y está tratando de recuperar ese tiempo perdido poniendo dificultades al desarrollo", explica el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell.
El 5G es el futuro de Internet y lo que hará posible el llamado "Internet de las cosas". Trump lleva meses avisando de que no permitirá que ninguna empresa que no sea estadounidense lidere su desarrollo e implantación, y Huawei es un agente claramente destacado en esa carrera.
"No podemos permitir que ningún otro país nos supere en esta poderosa industria del futuro", advertía el presidente de EEUU en abril, "la del 5G es una carrera que América debe ganar y una carrera que ganaremos".
Sin embargo, la excusa oficial de la Administración Trump para el veto a Huawei es la seguridad nacional. Acusa a los chinos de utilizar el 5G para actividades de espionaje, pero de momento no ha presentado una sola prueba que respalde esa afirmación.
El mundo espera ahora a conocer la respuesta de China a la decisión de Trump y de las empresas estadounidenses. En este sentido, Carlos Esplugues, catedrático de Derecho Internacional en la Universidad de Valencia, recuerda que China tiene muchas armas para contraatacar a su alcance. "Gran parte de la deuda pública americana está en manos chinas", indica.
La que ya ha respondido ha sido Huawei, que asegura que tiene un sistema operativo propio que utilizará cuando no pueda usar el de Google.
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