“Los alienígenas construyeron las pirámides”. No es el mensaje de ningún reconocido conspiranoico. Tampoco es el de alguien con poco peso en el mundo científico. Es una publicación de Elon Musk, multimillonario dueño de Space X, PayPal, Tesla y otras tantas empresas relacionadas con la tecnología y la carrera espacial.
El pasado 31 de julio, el empresario lanzó un tuit en el que esgrimía esta idea. Las interacciones estallaron en cuestión de minutos, con multitud de expertos recriminando a Musk su “falta de rigor” en las históricas construcciones egipcias. De hecho, no solo recibió la reprimenda del mundo científico, sino que las mismas autoridades egipcias le instaron a visitar las pirámides para comprender la naturaleza de su construcción.
“Les invito a usted y a Space X a explorar los escritos sobre cómo se construyeron las pirámides, y también a ver las tumbas de sus constructores”, decía en un tuit Rania A. Al Mashat, ministra de Cooperación Internacional del Gobierno Egipcio. “Sr. Musk, le estamos esperando”, escribía irónicamente la política, que también aseguraba seguir el trabajo de Musk “con gran admiración”.
El mensaje de Musk también provocó el enfado de Zahi Hawass, arqueólogo experto en Egipto, que subió un vídeo a su cuenta de Facebook en el que criticaba las palabras del empresario: “Esto es un mensaje para el multimillonario Elon Musk. Lo que has dicho de las pirámides es una completa alucinación”, espetaba.
Hawass menciona una a una las razones por las que las pirámides han sido construidas por seres humanos: “La primera es que todas las tumbas mencionan la pirámide de Khufu y al propio rey”. Y continúa: “Dentro de la gran pirámide hay inscripciones que hablan sobre los obreros que construyeron las pirámides. Lo que has dicho es incorrecto, una alucinación”.
Otras polémicas de Musk
Al hilo de las reacciones que desató su tuit, Musk publicó dos mensajes más: uno que hacía referencia a la Wikipedia y otro con un enlace a un artículo de la BBC, en el que se explicaba que las pirámides habían sido construidas por personas. ¿Era una rectificación o una forma de decir que todo era broma? No es la primera vez que Musk aviva la polémica en torno a acontecimientos históricos o científicos.
Por ejemplo, el pasado mes de marzo publicaba que “el peligro por pánico todavía supera al peligro por coronavirus”. Por aquel entonces, Musk se negaba a cerrar su fábrica de producción de California, a pesar de las recriminaciones de los expertos. “Reutiliza tu fábrica para distribuir los respiradores necesarios lo antes posible. Tienes que dejar de hacer el idiota”, escribía Raja Sohail Abbas, psiquiatra y accionista de Tesla.
Elon Musk se ha enzarzado en las redes sociales con artistas, astrónomos y hasta con Bill Gates. Sin ir más lejos, en 2019 el dueño de Space X, conocido por su afición al arte japonés del anime, publicó una imagen diseñada por el artista anima Meli Melo. Sus seguidores le avisaron de que debía mencionar y dar crédito al creador de la obra, a lo que Musk respondió tajante: “No, nadie sabrá jamás quién hizo el dibujo”. La persona que lo denunció en su cuenta obtuvo más de 20.000 retuits de la comunidad.
El empresario también tuvo problemas a la hora de admitir lo dañinos que eran sus satélites para la observación espacial. Un usuario le llamó la atención al preguntar: “¿Alguna idea sobre los satélites Starlink, causantes de contaminación? La respuesta de Musk fue rotunda: “Ya hay 4.900 satélites en órbita, que las personas notan el 0% del tiempo. Estos satélites tendrán un impacto del 0% en los avances en astronomía”. Apenas un año después, Space X, dueña de los satélites, se ha reunido con la Sociedad Astronómica Americana para trabajar en nuevos diseños. Efectivamente, estos artilugios de Elon Musk suponen un serio problema para los avances en astronomía.
Mención aparte merece la compleja relación entre Musk y el magnate informático Bill Gates. El pasado mes de febrero, Gates fue entrevistado por el ‘youtuber’ Marques Brownlee. En la conversación, el creador de Microsoft explicó que se acababa de comprar un nuevo coche eléctrico de la marca Porsche. Es decir, acababa de gastarse 160.000 dólares en el mayor rival de Tesla, empresa de Elon Musk. Además, Bill Gates hizo un guiño directo a esta compañía: “Si hay una empresa que ha conseguido forzar a otras marcas a producir coches eléctricos, esa es Tesla”.
Este mensaje de Bill Gates no le hizo ninguna gracia a Elon Musk. Un usuario avisó al empresario de las palabras de su homólogo de Microsoft, a lo que Musk, como es habitual en sus tuits, respondió con seriedad: “Mis conversaciones con Bill Gates han sido decepcionantes”.
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La facilidad de Musk para lanzarse a la piscina en redes sociales llegó a tal punto que la justicia americana sentenció al empresario a consultar a un abogado cada vez que publicara algo sobre Tesla, según informaba The Verge en abril de 2019.