El miércoles 11 de abril entra en vigor el reglamento de la Comisión Europea que obligará a regular los niveles de acrilamida presentes en algunos productos alimenticios de consumo generalizado.
La alarma por este compuesto se extendió después de que un juez obligara a Starbucks a avisar en California sobre el riesgo de cáncer en sus cafés a finales del mes de marzo. El juez llegó a esta conclusión porque esta empresa no había demostrado que no había un riesgo de cáncer producido en el proceso de tostado del café, cuando se genera la acrilamida.
Pero no sólo está presente en el café, y es que productos tan comunes como las patatas fritas, galletas, cereales o pan también presentan niveles de este compuesto. Sin embargo, para que esta que esta sustancia produzca cáncer, su consumo debería ser en dosis muy elevadas, según los estudios.
¿Pero es tan peligroso este compuesto? La UE concluyó en un estudio que la acrilamida aumenta el riesgo de contraer cáncer, pero los expertos piden no alarmarse, porque la nueva regulación impulsada por la Comisión Europea reducirán la presencia de este compuesto en muchos productos, lo que minimizará su riesgo.
Pese a que los alimentos preparados son los que contienen más cantidad de este producto, en casa también se pueden tomar medidas para reducir la presencia de acrilamida. Algunos de los consejos son evitar freír los alimentos siempre que se pueda y cambiar su método de cocinado por hervir o cocer.