El Hospital Gregorio Marañón trabaja para que la situación de colapso en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) no se produzcan. Para ello, forman parte de un ensayo internacional en el que buscan evitar que pacientes con síntomas graves lleguen a ese punto a través de anticuerpos o inmunoglobulinas.
Nos los explica el doctor Javier Carbone, inmunólogo del Hospital: "Cuando las inmunoglobulinas se ponen en gran cantidad, suben las defensas del paciente".
Su otra función es reorganizar esas defensas para tratar de controlar las posibles inflamaciones e infecciones en nuestro sistema respiratorio. Se trata de aplicar a pacientes con COVID-19 defensas prestadas procedentes de otros donantes.
"La inmunoglobulina es parte del sistema inmunológico, una proteína que está en la sangre", nos cuenta el doctor Carbone. Una proteína que es la pieza fundamental de esta nueva terapia, basada en un fármaco experimental que ya ha sido probado con éxito para tratar la neumonía grave.
Cuando las inmunoglobulinas se administran en gran cantidad mejoran las defensas de nuestro cuerpo. Su objetivo es dotar a nuestro sistema de mayor capacidad para responder a las complicaciones provocadas por bacterias y virus como la COVID-19.
Así que quédense con su nombre: inmunoglobulina. Quizás salve muchas vidas, una tarea a la que puedes contribuir escaneando con tu móvil el código QR que aparece en el vídeo o a través de este enlace para elevar al 2% de nuestro PIB la inversión en ciencia.