La ciudad del futuro está un poco más cerca de convertirse en una realidad. El príncipe Mohammed bin Salman de Arabia Saudí ha anunciado los planes para 'The Line', un proyecto urbanístico en medio del desierto que consistirá en una ciudad de apenas 200 metros de ancho... y 170 kilómetros de largo.
Está previsto que esta ciudad llegue a albergar a nueve millones de habitantes en su superficie de 34 kilómetros cuadrados, prometiendo funcionar con energía 100% renovable, sin coches, carreteras y emisiones.
Además, reducirán el espacio para infraestructuras para crear una "eficiencia sin precedentes", según traslada NEOM.
Los residentes tendrán acceso a todas las instalaciones a menos de cinco minutos a pie, además de un tren de alta velocidad que permitirá ir de un extremo a otro en solo 20 minutos, un proyecto que esperan tener construido en apenas ocho años (2030).
"No podemos ignorar la calidad de vida y las crisis medioambientales a las que se enfrentan las ciudades de nuestro mundo, y NEOM está a la vanguardia de la búsqueda de soluciones nuevas e imaginativas a estos problemas. NEOM está dirigiendo un equipo de las mentes más brillantes de la arquitectura, la ingeniería y la construcción para hacer realidad la idea de construir hacia arriba", defiende Mohammed bin Salman.
Rodeando esta ciudad, habrá dos gigantescos muros de espejo, y estará ubicada a orillas del Mar Rojo. "Será un destino y un hogar para las personas que sueñan a lo grande y quieren formar parte de un nuevo modelo de calidad de vida excepcional, de empresas prósperas y de una nueva forma de proteger el medio ambiente", promete.
Se espera que la primera fase de construcción cueste 319 billones de dólares, ascendiendo hasta los 500 billones para el proyecto completo.
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